Bajo un sol de justicia la comitiva política puso ayer la primera piedra que indica el comienzo de las obras del futuro instituto de Sant Antoni que estará ubicado en Can Micolau.

El edificio tendrá 39 aulas y un gimnasio Las instalaciones contarán con una planta baja, un piso y un gimnasio. En la planta baja se ubicarán aulas taller, de dibujo, laboratorios y las aulas de bachiller que se dividirán en seis polivalentes y ocho para materias específicas. También estarán los espacios administrativos y para el profesorado. En la primera planta se situarán las aulas de ESO, que serán seis polivalentes y 8 para materias específicas. Todas contarán con un pequeños patio además del patio general.

La consellera balear de Eduación i Cultura, Bárbara Galmés, el presidente del Consell, Xico Tarrés, y el alcalde José Sala desempeñaron el ritual para la posteridad, que supone cada inicio de un proyecto público de envergadura, y en un hueco de hormigón enterraron los periódicos de ayer, fieles testigos de la fecha, monedas de esta época y el acta de iniciación de obra firmada por los tres representantes. Todo bajo una baldosa y sellado con cemento. Con este acto se inauguró ayer la construcción del nuevo instituto cuyo tiempo de ejecución se prevé en 17 meses, con el objetivo de ofrecer 550 nuevas plazas educativas más para los estudiantes del municipio.

Estará ubicado en un solar de 30.000 metros que fue adquirido por el Ayuntamiento con el fin de albergar un complejo sociosanitario y educativo. Para ello ha sido dividido en tres partes que suponen 10.000 metros la residencia de mayores, aún en obras, otros 10.000 metros el nuevo instituto, y 8.000 metros la escuela primaria sa Serra, aún por empezar.

Se trata de un proyecto que tiene un presupuesto de cinco millones de euros y que forma parte del Plan de Infraestructuras Educativas 2008-2009 de la Conselleria, y que para Eivissa supondrá la construcción de tres centros más mediante un inversión total de 26,4 millones de euros. «A parte del conservatorio de Vila», apuntó la consellera Galmés, que señaló que la inversión en la isla será el 22% del presupuesto previsto para Baleares que suma 120 millones.

Durante su discurso, Tarrés aseguró que un centro educativo nuevo significa «tener un pueblo que mira al futuro» pero señaló «que Sant Antoni no está en peor lugar que otros ayuntamientos de la isla». «Esperemos que en 17 meses esté el instituto y las obras de la escuela primaria, empezadas», concluyó.