B.M.

Dieciséis comerciantes del puerto registrarán en el Ayuntamiento de Vila un escrito en el que solicitan que se regule el trabajo que hacen «los llamados relaciones públicas» de los bares de la zona.

Uno de los representantes de estos negocios, Santiago Matías Lucas, dice que cada noche miles de turistas forman un «embotellamiento» que no permite que los viajeros lleguen al final del puerto y hagan negocio en los demás establecimientos.

Los comerciantes aseguran que se debe a que los relaciones públicas ocupan toda la acera y «someten a un acoso constante a todo el que pasa por delante de sus locales», de forma que cuando «les han vendido todo, se marchan sin llegar al final del puerto». «Llevamos toda la temporada viendo como los demás venden», se queja.

Matías Lucas recuerda que los establecimientos pueden tener sólo un relaciones públicas pero que éste debe estar dentro de la línea limítrofe de la terraza del local y que además «debe tener permiso del Ayuntamiento». El propietario afirma que este hecho ya ha sido denunciado ante la policía local de Vila y que el lunes se pondrá en conocimiento directo de la alcaldesa.

Los vendedores, si no reciben respuesta en un plazo de 24 horas, aseguran que denunciarán al Consistorio y pedirán daños y perjuicios. Sostienen que pierden un mínimo de 10.000 euros por temporada desde que «hace más de quince años se lleva a cabo esta práctica».