Que las reuniones entre el conseller insular de Mobilitat, Albert Prats, y los representantes de los taxistas acaben con algún tipo de acuerdo es algo que se parece cada vez más a la posibilidad de encontrar un taxi libre en Eivissa una noche de fin de semana: muy difícil, pero no imposible.

Aunque el encuentro mantenido ayer entre las partes dejó frentes abiertos y heridas sin restañar, al menos el Consell y las asociaciones del sector lograron acordar que la Administración realizará un estudio para determinar cuando ha subido el gasóleo desde inicios de año y el efecto que ha tenido sobre los taxistas.

A raíz de las conclusiones del informe, la institución insular no se opondría a que se revisaran las tarifas del servicio antes del plazo establecido, fijado a finales de año.

«Los representantes de los taxistas reclaman que se ha producido un incremento muy importante en el precio del combustible que repercutiría en un aumento del 13% en las estructuras de costes», explicó Prats. «Lo que hemos ofrecido es realizar un estudio más concreto del aumento del coste de combustible y del IPC para ver qué precios nos daría si trasladáramos esas alzas a las tarifas y ver si se modifican los precios ahora y no a final de año», añadió Prats.

El conseller matizó que abrir la posibilidad a un incremento de los precios no significa que automáticamente éste se produzca. «El año pasado ya se produjo un problema para aplicar las nuevas tarifas y los taxistas prefirieron no hacerlo en plena temporada por los problemas de tener que ir a la ITV a modificar el taxímetro».

El presidente de la Asociación de Taxistas de Eivissa y portavoz del conjunto de patronales, José Serafín, coincidió en señalar que la repercusión en los costes está rondando el 15%, «lo cual es un peso brutal que asumimos pero que somos conscientes que no podemos traducir en un aumento similar de las tarifas».

«Estamos contemplando que se haga el análisis cada seis meses cuando se produzcan estos aumentos brutales», añadió Serafín, quién añadió que también reclamaron al Consell que se estudien los posibles descuentos en el combustible para el sector.

Prats anunció a los taxistas que lanzará una campaña de publicidad para «dar a conocer a los turistas formas para reconocer a los 'taxis piratas' y los peligros que suponen, así como para identificar a los taxis legales, conocer los precios y la normativa».

El Consell ha ofrecido a los taxistas participar en las ayudas que se ofrecen este año para implantar el GPS, «que será obligatorio el año próximo, cuando no habrá subvenciones», dijo.

Por su parte, los taxistas no entraron a valorar la idoneidad o no de este dispositivo y simplemente lamentaron la imposición del mismo.