En la imagen el director de Cáritas Joan Marí Torres y el delegado de la entidad Miguel Ángel Sánchez. Foto: PAULA PALOMARES

BÀRBARA MUNAR

Cáritas Diocesana de Eivissa asegura que el número de personas sin techo de la isla ha aumentado un 45 por ciento en el último año. Este es uno de los datos que se desprenden de la memoria de 2007 que presentaron ayer el Delegado de Cáritas Miguel Àngel Sánchez y el director de la entidad. Joan Marí Torres destacó que en estos momentos hay entre 200 y 300 personas que viven de manera estable sin techo y aseguró que «no estamos preparados para atenderlos a todos porque no tenemos sitio adecuado ni capacidad para responder a sus necesidades», aseguró.

En este sentido Miguel Àngel Sánchez destacó que el perfil de los usuarios también ha cambiado. «Hace unos años, los beneficiarios de los servicios de la entidad eran personas mayores, sin embargo, en la actualidad el 80 por ciento son personas entre 30 y 50 años».

Debido a este aumento de beneficiarios, el delegado de Cáritas ha previsto un «gravísimo problema de personas desempleadas» y afirmó que «este otoño va a golpear a la parte más débil de la población». Según la entidad, el paro y la crisis afectará sobre todo a personas con una baja calificación profesional, a los mayores, inmigrantes y sobre todo a mujeres. El delegado avanzó ayer que la «clase media sencilla, también lo pasará muy mal» a partir del final de esta temporada.

Centro de baja exigencia

El director de la asociación, Joan Marí Torres, explicó que Cáritas desde hace tres años está trabajando en una mesa de diálogo con todas las instituciones para crear un centro de baja exigencia. Este espacio de menor obligación «tiene como objetivo atender a las personas más pobres de la isla» y prevé acogerlas independientemente de su condición, «incluso bajo los efectos de las drogas o del alcohol».

El proyecto que ya está redactado cuenta con un comedor social, un albergue donde se pueda dormir, un centro educacional y talleres de reinserción socio-laboral «para que puedan mejorar su situación».

El delegado explicó que algunas de las actividades o servicios que presta Cáritas podrían integrarse en este centro que sería de ámbito insular. Por este motivo, los representantes de esta asociación pidieron la colaboración de toda la sociedad, de los ayuntamientos y del Consell d'Eivissa. Este jueves hay prevista una reunión para decidir de qué manera se llevará a cabo.

Por último, la entidad demandó ayer una oficina de extranjería para Eivissa porque «quizás es la isla con el mayor porcentaje de inmigrantes». En esta línea, Marí destacó que en la isla «tenemos que ir a salto de mata para poder cubrir laos servicios que ofrecería esta oficina». La asociación destacó la «necesidad urgente de esta prestación» y se ofreció a colaborar para su puesta en funcionamiento lo antes posible.

Uno de los servicios que ofrece Cáritas es el comedor social que cada día brinda un plato caliente a las personas que no tienen recursos para comer. El año pasado el centro repartió más de 8.500 comidas y 900 lotes, es decir, «bolsas con alimentos a las personas que más los necesitaban».

El número de usufructuarios también se ha incrementado de forma notable este año de manera, que según cálculos de la entidad, durante el 2008 se llegarán a las 12.000 comidas. Por este motivo, desde la asociación, ayer destacaron que «va a ser necesaria la contribución de todas las administraciones para poder hacer frente a los gastos que ello produce». Según Cáritas a partir de septiembre los menús previstos para este año ya se habrán agotado. De momento, el Ayuntamiento de Eivissa ya ha mostrado su interés para colaborar con más menús y lotes de alimentos. Cáritas solicita la colaboración de los demás consistorios porque se trata de un servicio insular.

Cáritas de Eivissa cuenta con 120 voluntarios que permiten que los diferentes programas, talleres y actividades que se realizan se puedan llevar a cabo. Sin embargo, la asociación tiene prevista iniciar una campaña de captación de socios «que colaboren económicamente para no depender tanto de las subvenciones de las administraciones y poder equilibrar las cuentas», explicó Sánchez.

Uno de los objetivos de la entidad es llegar a los 600 asociados con una cuota anual de 100 euros.

Las personas voluntarias son parte fundamental de Cáritas porque con su compromiso y su participación contribuyen a la transformación social, creando y consolidando redes de acompañamiento y de ayuda mutua para aliviar y ayudar a las personas menos afortunadas. Los voluntarios desempeñan su trabajo en los distintos programas que Cáritas tiene en marcha en los diferentes municipios de Eivissa.