Los usuarios del puerto deportivo de Ibiza Nueva llevan desde hace aproximadamente un mes sin poder repostar combustible en los surtidores de la instalación y se prevé que no puedan volver a hacerlo hasta dentro de una semana aproximadamente, según informó Rafael Cardona, consejero de Serveis Marítims Ports d'Eivissa (Semar), la nueva adjudicataria de la instalación.

La detección de los problemas de estanqueidad en los depósitos de Ibiza Nueva no se produjo al comprobar la existencia de filtraciones o vertidos de carburante si no que se realizó gracias a una prueba de ultrasonidos que permite determinar el estado de las cisternas. Básicamente, el sistema consiste en realizar una pequeña zona de vacío en el interior del depósito y medir cómo se comportan las ondas ultrasónicas en esa zona y en el exterior, explicó Cardona. Si a determinadas frecuencias el comportamiento del sonido es claramente diferente se determina que es fruto de algún poro o fisura. El grado de desviación con el patrón de referencia permite también determinar la gravedad del problema.

Aunque algunas fuentes habían apuntado la posibilidad de que se hubiera producido la rotura de alguno de los depósitos que almacenan los hidrocarburos, Cardona afirmó que no ha habido ningún tipo de fuga. De hecho, el problema de la falta de estanqueidad de las cisternas se descubrió durante una revisión y usando una sonda de ultrasonidos.

«Al coger las instalaciones hace poco más de un mes decidimos encargar a una empresa certificadora que comprobara el estado de los depósitos para tenerlos como deben estar y, al realizar el test, se pudo observar cómo cuatro de los cinco tanques no estaban en condiciones», refirió el representante de Semar.

A pesar de que una de las cubas sí que cumplía los requisitos para seguir prestando servicio, esta tuvo que ser también inutilizada temporalmente. «Industria ofrece una certificación conjunta para la prestación del servicio de repostaje. Si hay algo que no está en condiciones lo que hace es suspender la licencia, por lo que no hemos podido dar servicio y nuestros usuarios han tenido que ir a cargar sus depósitos a Marina Botafoch o a algún otro puerto», explicó.

El proceso de reparación se ha alargado por la complicación de la operación, la cual debe respetar unos plazos para cada fase. «Primero hay que vaciar los depósitos, después hay que cerciorarse de que no quedan gases peligrosos, seguidamente se tiene que reparar el problema y finalmente recubrir con fibra antes de volver a llenarlos y a operar», detalló Cardona, quién señaló que están a la espera de que la misma empresa certificadora avale que los depósitos pueden operar y que Industria de el visto bueno para volver a ofrecer gasóleo, algo que puede tardar todavía una semana.