Can Misses es desde ayer el cuarto hospital de Balears (el primero fuera de Mallorca) que contará con un servicio de recogida de sangre de cordón umbilical con destino a un banco público de sangre que realiza trasplantes a pacientes de todo el mundo en función de la compatibilidad entre donante y enfermo.
Hasta ahora, en Can Misses únicamente se habían dado un par de casos de donación dirigida, es decir, mujeres que se quedaban embarazadas para que la sangre umbilical del bebé sirviera para sanar a un hermano enfermo. De hecho, en los próximos meses están previstos dos alumbramientos con este fin.
La extracción es un proceso que no afecta a las embarazadas o a sus bebés y que permite conseguir un material con un importante potencial terapéutico para enfermedades de la sangre.
«Hasta hace unos años la sangre del cordón umbilical no se aprovechaba, se desechaba sin más, pero últimamente se ha comprobado que tiene una utilidad terapéutica muy importante», explicó ayer el coordinador autonómico de trasplantes, Antoni Gayà.
La sangre de cordón umbilical «cada vez presenta resultados mejores» en patologías como por ejemplo linfomas, leucemias, algunas enfermedades congénitas o inmunodeficiencias.
«El proceso de recogida consiste en vaciar la placenta, un material que antes se desechaba», explicó Marta Cortés, ginecóloga que coordinará el programa en Can Misses. Pero para hacerlo, antes debe haberse obtenido por escrito el consentimiento de la madre, además de determinar que la donante «no es menor, no ha presentado fiebre materna ni cuenta con antecedentes que impidan la donación», apuntó.
El folleto para dar a conocer esta opción a las parturientas concreta que no podrán ser donantes las mujeres afectadas por el VIH, presentan hepatitis B o C, se han inyectado drogas, han tenido sífilis, presentan alguna coagulopatía congénita, si han recibido transfusiones o se han hecho tatuajes en los últimos cuatro meses o si han padecido cáncer.
Además, se debe descartar la existencia de antecedentes familiares de enfermedades potencialmente transmisibles y que el bebé no ha sufrido ninguna enfermedad importante durante los primeros meses de vida.
Cortés aseguró que reciben a diario peticiones de donación por parte de embarazadas, unas propuestas que hasta ahora habían tenido que ser rechazadas.
La sangre que se recoja en Can Misses no se reservará para casos de enfermos de las Pitiüses si no que se llevará a un banco especializado de Barcelona, uno de los seis existentes en España, y que recibe peticiones de material de todo el mundo.
Una vez allí se analiza la sangre, se determinan sus características y viabilidad para el trasplante, tras lo cual se congela a -190 grados centígrados.
Así puede pasar años almacenada, hasta que pueda ser considerada compatible con algún enfermo, algo que sólo ocurre con un tres por ciento de las muestras.
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