C. ROIG/L. AVERSA

El presidente del Consell y ex alcalde de Vila, Xico Tarrés, negó ayer que hubiera reuniones en las que él participara y en la que se hablara de echar a Pedro Campillo y Antonio Roldán por cobrar comisiones en el proyecto Eivissa Centre. «Hubo reuniones en las que estaba el presidente del Govern y el secretario de Organización pero eran para hablar temas de partido y de ayuntamientos y nada más, porque si hubieran existido estas conversaciones estaríamos grabados y no lo estamos», explicó Tarrés, que indica que nunca se creyó lo que se decía en el partido de que se estaban cobrando comisiones. «No me lo creía en absoluto y hace mucho tiempo que creo que todo esto es un montaje», añadió el presidente, que indicó que le da igual que le impliquen porque está convencido de que «todo es falso».

Respecto al malestar mostrado por Sandra Mayans haber sido relegada en el partido indicó que él nunca ha pensado en represalias e indicó que si ella no confía en sus compañeros quizás lo mejor sería que se vaya. «Yo sí pongo la mano en el fuego por mis compañeros», expresó Tarrés, que indicó que le parece «muy fuerte» que ahora el abogado de López hable incluso de viajes con prostitutas. «Eso no lo dijo ella ante el juez, fue el abogado el que lo dijo a la prensa, se dicen auténticas barbaridades de la gente que está en política», añadió.

Por su parte Pedro Campillo, que según Roque López es uno de los que cobraba el adelanto de las comisiones de Eivissa Centre, explicó ayer que no hay pruebas de nada y que todos los testigos se refieren a López como única fuente de conocimiento sobre las comisiones. «Es todo una película que Roque tenía mucho interés en ir esparciendo y que al final por lo visto ha ido calando y nos ha llevado a esta situación», explicó Campillo, que «cree profundamente» en la independencia del poder judicial. También acusó al abogado de Roque López de mentir ya que dijo a la prensa cosas que Sandra Mayans no había mencionado en su declaración. «Lo que ella declara ante el juez poco tiene que ver con lo que aparece reflejado en los medios», expresó el ex teniente de alcalde de Vila, quien atribuye las «mentiras» que hizo correr Roque sobre él al enfrentamiento interno del PSOE. «En un momento determinado valió todo para que Roque pusiera en marcha su campaña de desprestigio, él se aferró a Eivissa Centre pero se podría haber inventado cualquier cosa, seguro que tan poco fundamentada y demostrada como esto», señaló Campillo, que cree que todo era una estrategia política para quitarle peso en el partido. «No quise ir en listas electorales hasta que la situación del partido se normalizara».

En su declaración ante el juez Sandra Mayans aseguró que el 90% de las informaciones sobre comisiones las conocía a través de Roque López, aunque también averigüó detalles a través del ex secretario de Organización Carlos Fernández y por Josep Mª Costa y José A. Escobar. Fue Fernández quien le aseguró que en el cobro de comisiones estaban implicados Tarrés, Emilio Pérez Echagüe, Josep Agustinet, y Pedro Campillo. Quien más datos le aportó fue López, quien le explicó de una reunión en Palma con el secretario de Organización del PSIB, Miquel Mestre y Antonio Pinal (presidente de Brues) en la que se habló que quien cobraba 12.000 euros mensuales era Campillo. Mayans también relató ante el juez otro encuentro que se produjo en el bar La Grifería y en el que Mestre, Tarrés y López hablaron de echar a Pedro Campillo y Antonio Roldán del equipo de gobierno. A Mayans se le preguntó si la expulsión de ambos estaba relacionada con el pago de comisiones. «Es uno de los temas de los que se habló, pero no quiere decir que Campillo estuviera relacionado con las comisiones», dijo la concejala al juez, quien aseguró que fueron Tarrés y López los que propusieron echarles a lo que luego se unió Mestre. Mayans indicó, no obstante, que no sabe si todo respondía a «una estrategia política para librarse» de ellos o si sabían de la existencia de comisiones. En otra pregunta la edil explicó que «no era normal» la falta de transparencia en Eivissa Centre e indicó que hubo otra reunión en Palma en la que Antich les dijo que se solucionaría el tema de las comisiones, aunque también esto lo sabe a través de López, quien le habló además de otro encuentro en Ferraz en el que estaban Campillo, Pérez Echagüe y Tarrés y en el que presuntamente se habló de comprar una sede para el PSOE por 80 millones de pesetas. Lo que no dijo Mayans ante el juez es que hubiera viajes con prostitutas, algo que el abogado de López le atribuyó erróneamente. Simplemente explicó que había oído de fiestas. Mayans indicó además que Pinal le dijo a López que no siguiera investigando.

La diputada del PP Carmen Castro anunció a EFE que exigirá explicaciones al PSIB por el «caso Eivissa Centre» y preguntará en el Parlament al presidente del Govern, Francesc Antich, «qué le parece lo que ha dicho Mayans de que él estaba enterado del cobro de comisiones». Castro señaló que «se ha implicado a personas lo bastante importantes como para que salgan a dar explicaciones». «Queremos denunciar la doble moral del PSOE, que cuando un tema afecta al PP hace escarnio y masacra todo lo que puede». El portavoz del PP en el Consell, Pere Palau, criticó que la investigación implica a «personas muy significativas» y señaló que las declaraciones de Mayans confirman las sospechas del Consell que él presidía sobre la existencia de «intereses inconfesables». «Hemos estado callados muchos años», añadió. La portavoz del PP en Vila, Virtudes Marí, indicó que es «francamente preocupante» que Mayans ratifique la denuncia de López.

Por su parte, la portavoz de la gestora del PSOE pitiuso, Maria Torres, criticó al abogado de Roque López, Luis Romero, por «revelar cosas como si hubieran sido dichas por Sandra Mayans cuando no las dijo». Torres indicó que no quieren entrar en el «juego mediático» de Romero, a quien acusó de «tirar petardos» además de que consideran que se han «mezclado cosas» y el mensaje ha podido llegar a la gente «tergiversado». «La principal fuente de toda la rumorología sigue siendo Roque López y así lo reconoció Mayans, porque intoxicó en el partido y hubo gente que le creyó aunque no hubiera pruebas». Respecto a las quejas de Mayans sobre el «castigo» que dice le infligió su partido por las grabaciones, Torres no quiso entrar e indicó que a raíz de la crisis hubo un clima enrarecido qu eprovocó «filias y fobias» entre compañeros.