En apenas una semana el litro de gasolina normal de 95 octanos ha pasado de un precio que rondaba los 1,18 euros a los 1,22, mientras que el diesel oscila ya alrededor del 1,30 euros el litro. Esta situación, lejos de beneficiar a las gasolineras está empezando a provocar una pérdida de clientes y un menor consumo de carburante.

Así lo apunta el delegado en las Pitiüses de la Asociación de Estaciones de Servicio de Balears, Pedro Matutes, quien no duda en definir a su sector como «el primer afectado por esta situación de precios altos».

«La razón de que nosotros perdamos en esta situación es que las estaciones de servicio obtenemos un beneficio por litro vendido, independientemente del precio. En esta situación bajan las ventas, ahora el consumidor mira más a la hora de llenar el depósito, no se hace con la alegría con que se hacía antes», explicó.

Las gasolineras están empezando a ver un descenso del número de clientes que pasan por ellas, lo cual no sólo se refleja en una caída de ingresos por dispensar carburante. El menor paso por las gasolineras y la menor capacidad de gasto de los clientes está provocando también un recorte en la demanda de los productos y servicios complementarios, apuntó.

La cantidad que perciben las gasolineras por litro de combustible servido puede suponer actualmente cerca del cinco por ciento del total, aunque este margen de las estaciones de servicio no se fija por porcentaje.

«Del precio del combustible, el impuesto estatal supone más de la mitad del precio. Después hay otras tasas y el margen de las petroleras, con lo que, al final, a las gasolineras nos queda una cantidad muy reducida», alega Matutes. «No se trata de la misma cantidad para todas las instalaciones, depende de la petrolera con la que trabajes, la zona o simplemente el acuerdo concreto que se haya cerrado. Incluso depende del tipo de combustible. En líneas generales se mueve entre 6 y 10 pesetas por litro (entre los 4 y los seis céntimos de euro)», relata.

La situación, al menos a corto plazo, no parece que tenga visos de mejora, reconoce el empresario. «Los expertos decían que esto duraría hasta cerca del verano pero aquí estamos, a punto de empezar junio, y no hay perspectivas de que deje de subir», asegura.

«Para nosotros lo más interesante sería que el precio se situara alrededor de la mitad del que está ahora. Pero incluso volver a los niveles de alrededor de un euro el litro de gasolina normal resulta muy difícil en estos momentos. Y eso que en España tenemos unos precios relativamente bajos en comparación con otros lugares de Europa», aseguró Matutes.