Pasear y entretenerse en los puestos de librerías, editoriales e instituciones de Vara de Rey es una tradición inamovible.

a mañana empezó con mucho calor, tanto que muchos de los transeúntes se lanzaron a lucir atrevidos gorritos de colores e incluso hasta chanclas. El sol brilló en todos los municipios que celebraron ayer el Día del Libro.

En Eivissa el paseo Vara de Rey se vistió con naranja, azul, blanco y rojo de las rosas que se vendían en los puestos desde tres euros hasta incluso los seis de las más bien vestidas con diferentes motivos decorativos. Los más pequeños también tuvieron su espacio en este paseo con diferentes talleres de creación de puntos de libro para diferentes edades y títeres: «Han venido muchos colegios que estaban de excursión por aquí, incluso antes de abrir (a las 11'00 horas) ya nos estaban esperando», explicó Catiana Fuster, una de las monitoras de tiempo libe de S'espurna que durante la mañana de ayer trabajó en el puesto de manualidades infantiles del Ayuntamiento de Eivissa. «El último libro que me estoy leyendo es Harry Potter y la orden del fénix. Me gusta el Día del libro porque hay muchos puestos y mucho donde elegir», explicaba Paloma Chamorro, una alumna de sexto curso de Can Misses que participó ayer en una excursión por Dalt Vila con sus compañeros y, posteriormente, bajaron a disfrutar de la mañana del día del libro. Aunque, sin duda alguna, los grandes protagonistas de la jornada fueron los vendedores y, por supuesto, los libros. Sobre todo uno: El juego del Àngel, la última novela del escritor catalán Carlos Ruiz Zafón. «El libro que compraría para Sant Jordi sería éste porque leí La sombra del viento y me encantó», afirmó Toni Torres, de la librería Deski, quien añadió: «Es el libro que más se está vendiendo; para hoy tenemos 50 ejemplares y al ritmo que vamos [a las 11'00 horas habían vendido 30] los agotaremos».

Los diferentes centros educativos de la isla también celebraron diferentes actividades conmemorativas de este día tan especial, como el colegio Can Cantó que instaló un mercadillo de libros solidarios para recaudar fondos para Manos Unidas.

María José Real

L