ivissa se traslada al medievo para celebrar la cita más esperada de la primavera. Durante dos días y medio, Dalt Vila celebra su declaración por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. En la presentación de las numerosas actividades y espectáculos que marcarán la agenda del 9 al 11 de mayo, la consellera de turisme, Pepa Marí, destacó la diferenciación de la oferta turística que fomentan eventos de este atractivo. Además, tanto la alcaldesa como la concejala de cultura destacaron el enorme interés que despierta la feria tanto para visitantes como residentes, y el esfuerzo que se ha hecho para innovar en esta octava edición. El presupuesto de este año serán unos 200.000 euros de los cuales 80.000 euros ha sido aportados por el Consell.

El acto de inauguración de la feria será el viernes día 9 de mayo a las 17,00 horas en la plaza de la Constitución o Mercat Vell(zona 1), donde tendrá lugar el espectáculo de acrobacia aérea «Drakonium» de la compañía Bungy Sistem de Madrid. También, y con el objetivo de que nadie se lo pierda, el sábado y el domingo a las 19,00 horas se podrá ver el mismo espectáculo, el que sorprenderá con los acróbatas en los muros de Dalt Vila.

Para esta edición, y como novedad, se le dará vida a la calle de Santa María(zona 7) donde se podrá ver La calle del pánico, un espectáculo de teatro interactivo que pretende trasladar al visitante al ambiente de pánico con motivo de las epidemias y poder conocer la idea milenarista del fin del Mundo de aquella época, con personajes imaginarios inspirados en la mitología medieval. Se podrá disfrutar de él durante una hora, el viernes y el sábado a las 22,00 horas de la noche.

Además, para esta edición se han aumentado las actividades y juegos para niños que a a partir de las 17,30 horas y durante los tres días llenarán la Plaza de la Catedral(zona 8).

Actividades en la calle

A los conciertos, al mercadillo y a las actuaciones que marcan la agenda de la feria medieval hay que añadir las numerosas actividades que tendrán lugar esos días en las calles de Dalt Vila. Desde pasacalles, cuenta cuentos, teatro callejero, exhibiciones de danzas, música árabe, marroquí y portuguesa, números de equilibrismo, malabarismo; saltimbanquis y doma de serpientes. Todos con aire del medievo y sin perder, objetivo de la conselleria de cultura y del ayuntamiento de Eivissa, el rigor histórico y las características tan particulares de esta época. Por este motivo más de 50 puestos de comerciantes de Eivissa se han quedado fuera del mercadillo medieval, ya que los procesos de selección han sido muy estrictos. Natalia Salazar

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