Una fuga de aguas fecales obligó ayer al Ayuntamiento de Sant Antoni a precintar la escalera de acceso a la calita de ses Coves Blanques, junto al espigón del puerto de Sant Antoni. El vertido, que provocó un intenso hedor en el puerto, se originó tras producirse un problema en la estación de que bombea las aguas fecales hacia la depuradora y que está situada al lado del Club Nàutic. Según explicaron fuentes del Ayuntamiento, la estación se paralizó tras detectar una fuga y en ese momento todas las aguas sucias se desviaron a un emisario submarino en desuso que registró otra rotura muy cerca de la costa, a la altura de la calita de ses Coves Blanques, con lo que se produjo el vertido al mar. «Un problema ha llevado a otro», explicaron desde el Consistorio, donde confiaron en que la Conselleria de Medi Ambient arregle con celeridad este problema. Mientras tanto, y como medida cautelar, se decidió cerrar la calita de ses Coves Blanques para que nadie bajara a bañarse o a pescar.

Desde la Conselleria de Medi Ambient explicaron que se trata de una pequeña fuga del emisario submarino que se produjo a unos escasos diez metros de la ribera del mar. Inmediatamente se enviaron unos buzos para arreglarlo, con lo que calcularon que la avería podría estar subsanada entre ayer y hoy. «La fisura es pequeña, es como un corte en una manguera, pero al ser debajo del mar los trabajos son más complicados», explicaron fuentes de la Conselleria.

Además, previamente había que acometer los trabajos de la estación de bombeo, según explicaron desde Sant Antoni, donde añadieron que no se trata de ningún problema de alcantarillado de su responsabilidad, sino que es algo que corresponde exclusivamente a la Conselleria de Medi Ambient.

Recientemente la Comissió Balear de Medi Ambient autorizó la instalación de un nuevo emisario para la depuradora de Sant Antoni.