El conseller de Turismo y Movilidad de Formentera, Josep Mayans, anunció ayer que a partir del 22 de abril comenzarán a desplazarse a Formentera los inspectores turísticos de Eivissa para verificar los datos, calidad, equipamiento y situación, en función de los requisitos previos, de 170 viviendas turísticas que se inscribieron en un registro para su regularización en 2006 y que aunque comenzó a efectuarse, a día de hoy no ha finalizado.

La voluntad del Consell de Formentera es que para el 15 de mayo hayan finalizado las inspecciones y en este sentido Mayans avanzó que entre el 22 y el 25 de abril se desplazarán a Formentera dos inspectores de Turismo del Consell d'Eivissa y que a partir de la semana siguiente, concretamente desde el día 28 y hasta el 15 de mayo, serán tres los que estarán en la isla para actualizar la situación, un situación que reconoció Mayans, fue fruto de las elecciones de mayo de 2007 ya que al crearse un nuevo Consell había un vacío legal a cubrir que ha provocado que desde primeros de enero no se ha pasado ninguna inspección en Formentera «por lo que ahora con la colaboración de los técnicos del Consell d'Eivissa vamos a recuperar el tiempo perdido y todas las viviendas que en su día lo pidieron hayan pasado la inspección y puedan comercializar sus servicios». Tras indicar que los requisitos que en su momento se exigieron eran «muy blandos y que todos pueden cumplirlos circunstancia que ya en su día despertó las quejas del sector hotelero a quien se les exige mucho y en cambio a las viviendas turísticas las exigencias son mínimas», Mayans señaló que «este tipo de estancias no ocupan plazas turísticas ya que su régimen sigue siendo residencial y lo único que se hace es darles una acreditación de que cumpolen unos mínimos de calidad».

A partir de hoy miércoles todos aquellos propietarios que solicitaron la inspección en su momento, debido al tiempo transcurrido, llamen a la conselleria para recordarlo y que se les apuntará en una lista y posteriormente se les comunicará telefónicamente el día de la misma. No obstante el conseller de Turismo señaló que la actuación de los inspectores procedentes de Eivissa sólo será válida en los casos de aprobación de las viviendas mientras que «ellos no podrán instruir expedientes sancionadores».

Criterios blandos

Mayans señaló una vez más que los criterios para pasar el filtro eran sumamente blandos «no se les exige cédula de habitabilidad y basta una certificación de un arquitecto técnico que diga que hay tantas habitaciones, baños, cocinas» y dejó entrever que de cara al futuro sería preciso ajustar las normas y la calidad de los alojamientos; las condiciones o criterios se basan en la ropa de cama, la de baño, la vajilla, equipamiento baño y cocina, entorno y pocas cosas más». Aunque entre ellas se contemplan la recogida selectiva, la dotación de espejos, lavavajillas, una manual de utilización correcta de la vivienda y otros aspectos que para Mayans «son fácilmente cumplibles».

Las 200 viviendas turísticas regularizadas o a regularizar pueden tener un máximo de doce plazas por lo que no se puede saber cuál será el número final de éstas oficialmente legalizadas hasta que se hagan las inspecciones; sin embargo todo indica que el número de viendas para alojamiento turístico alegales seguirán siendo una gran mayoría pese a las facilidades para regularizar la situación.