Un hospital desierto

A los pacientes les pilló casi de sorpresa la huelga de médicos y el personal administrativo tuvo que lidiar para hacer frente a las quejas por la suspensión sin previo aviso de la consulta. «El lunes hubo candela», comentaba Carmen, del centro de salud de Can Misses, cuando les tuvieron que explicar a los pacientes con cita programada que no les podía hacer el análisis de sangre. Sin embargo, confesaba que los pacientes «son bastantes educados» aunque sí que han habido quejas. Tanto la Dirección Médica del hospital como Atención Primaria no tienen constancia de que haya quejas formales «pero lógiocamente habrán», subraya Toni Cuñat, director médico.

Los administrativos del hospital de Can Misses han tenido que atender llamadas de pacientes rebotados por la suspensión de las citas e incluso avisaron a las ambulancias programadas avisándoles de las consultas anuladas para informar a los enfermos y evitar desplazamientos inútiles.

El hospital, que atiende a una media de mil consultas diarias, estaba ayer desierto con un alto grado de inactividad más propia de un domingo. Pero la de ayer, como la del lunes, no era un día festivo sino una jornada de huelga para reclamar mejoras al colectivo de los médicos. Hoy se reanuda la actividad sin problemas.