Alrededor de mil musulmanes de toda la isla oraron ayer en el recinto ferial con motivo de la festividad. g Foto: MARCO TORRES

a comunidad musulmana de Eivissa celebró ayer la Fiesta del Cordero o Fiesta del Sacrificio (Aid el Kebir) sin la posibilidad de hacer los sacrificios en el matadero de Eivissa como tenían previsto, por una divergencia entre las tradiciones islámicas y la normativa europea. «Lo hemos intentado pero hay una norma europea de mataderos que exige atontar al animal antes de sacrificarlo y el Imam Mohamed no estuvo de acuerdo porque la tradición islámica no lo permite», aseguró el coordinador de esta comunidad, Ibrahim Ahmed.

«Lo intentaremos de nuevo para el año que viene a ver cómo lo podemos arreglar», añadió el coordinador sobre la celebración del rito principal de esta festividad que requiere acabar con la vida del animal de una manera especial: tumbado por su lado izquierdo, mirando en dirección a La Meca, degollarlo y dejarlo que se desangre. Una tradición que ayer siguieron cientos de musulmanes afincados en la isla, sacrificando sus corderos en casas de campo para después compartirlo en una comida especial entre familiares y amigos.

La festividad comenzó con un encuentro de oración celebrado en el recinto ferial donde se reunieron un millar de hombres y más de 200 mujeres. Siguiendo los pasos de esta religión hombres y mujeres oraron por separado y escucharon las palabras del Imam, que para esta fiesta pidió «hermandad».

La Fiesta del Cordero, también conocida como Pascua Grande islámica, conmemora el episodio de la Biblia en el que Dios pide a Abraham que inmole a su único hijo, Isaac, para comprobar su fidelidad y finalmente Abraham, siguiendo las órdenes de Dios, sacrifica a un cordero. Este episodio fue reproducido por el profeta Mahoma en el año 630 y desde entonces la comunidad musulmana celebra anualmente este ritual como acto central dentro del calendario islámico. L. Aversa