JOSÉ LUIS MONTOYA El Ayuntamiento de Eivissa aprobó ayer con el voto en contra del Partido Popular los presupuestos generales para 2008, que ascienden a 45'7 millones de euros y suponen un incremento de tan sólo el 1'19% con respecto a la partida económica del ejercicio que ahora finaliza. El endeudamiento, el descenso de las aportaciones de otras administraciones y la menor cuantía de las partidas sociales fueron algunos de los asuntos en los que se centro la polémica durante el debate político.

La portavoz de la oposición, Virtudes Marí, acusó al equipo de gobierno de elaborar unos presupuestos que «no responden a las promesas electorales, ni a las expectativas ni necesidades de los ciudadanos». Marí criticó que se recurra al endeudamiento para asumir las inversiones de la empresa municipal Imvisa y del Consorci Eivissa Patrimoni de la Humanitat. También lamentó que las aportaciones del Gobierno, el Govern y el Consell desciendan, al igual que las inversiones "«sufren una bajada histórica», dijo" a la vez que se incrementan los tributos y los gastos corrientes. «Son tremendamente insolidarios al no ser los primeros en apretarse el cinturón», aseguró. En ese sentido, criticó que las partidas destinadas a políticas sociales desciendan un 17%, con 600.000 euros menos y que la política de vivienda se articule con endeudamiento.

Desde sus mismas filas, Jaime Díaz de Entresotos aludió a la «nauseabunda operación del CETIS (edificio de Sa Colomina)», al criticar el alquiler que se pagará por un local afectado por la ubicación definitiva de los juzgados. «eso es vender el coche para pagar la gasolina», aseguró al considerar esa operación «gravemente perjudicial para las arcas municipales». Díaz de Entresotos insinuó que se recaudará más dinero en tributos para paliar el descenso de ingresos provocado por el parón de la construcción. También afirmó que el endeudamiento global del Ayuntamiento asciende a casi 37 millones de euros y criticó el incremento de la partida destinada a cargos de confianza, así como la «infrautilización» de los servicios técnicos y la «falta de contención y de control».

Por su parte, el teniente de alcalde de Hacienda, Santiago Pizarro, replicó que desde el año 2003 el presupuesto ha ido reduciendo su porcentaje de endeudamiento desde el 60% al 36'9% actual. Pizarro remarcó que el Ayuntamiento debe 15 millones, dedica el 4% de su presupuesto a pagar su deuda y dispone de 15 millones en caja para atender a sus proveedores. «Si de aquí deducen que las arcas están en quiebra, como han dicho por ahí, o no se enteran o nos quieren engañar, o las dos cosas. Como diríamos en ibicenco, s'ho haurien de mirar [se lo deberían hacer mirar]», dijo.

Pizarro instó a la oposición a contabilizar también las inversiones que se hacen desde Imvisa y el Consorci y no sólo los gastos, aseguró que la partida de cargos de confianza se pactó con la oposición, y precisó que las políticas de acción social descienden por que el Govern del PP rechazó una iniciativa de formación laboral y los programas Equal han finalizado. También remarcó que la mitad de los 6 millones en que se incrementa el gasto de personal corresponden a las retribuciones pactadas por los funcionarios con el Estado (subida salarial e incremento de pagas extras).

El responsable de Hacienda admitió estar descontento con las aportaciones que se recibirán desde el Govern (2'7 millones menos), que atribuyó a que los responsables del Consell y del Govern han hecho sus presupuestos «a la carrera», pero remarcó que espera incrementar esa aportación mediante la firma de convenios.