Cáritas y los 'sin techo' advierten de que nadie está libre de caer en su situación

Cáritas calcula que en 2006 vivían en Eivissa alrededor de unas 200 personas sin hogar, más aquellas no detectadas «o que por su deterioro ni siquiera acuden a los servicios sociales o Cáritas». Actualmente se desconoce el número de infraviviendas, aunque hay «un claro y constante aumento del número de usuarios». La mayoría son españoles nacidos en Balears, seguidos de andaluces y catalanes y la media de edad se sitúa en los 45 años, aunque hay un paulatino aumento de jóvenes.

Este año la jornada se centraba en el bienestar físico de los 'sin techo'. Los usuarios de Cáritas solicitaron en el manifiesto que se leyó ayer que se establezcan programas y políticas concretas contra el estigma y la discriminación y que se forme a los profesionales sanitarios para que tengan en cuenta su situación. Solicitan además que se reduzcan las listas de espera de los servicios sanitarios y de los centros para iniciar procesos de desintoxicación, así como la ampliación de las plazas del albergue, el aumento de las comidas a tres diarias y la creación de espacios para la recuperación cuando se produce un alta médica con periodos de convalecencia.

«Estas personas nos recuerdan que viven en la calle, pero son sensibles y necesitan que se les escuche», reza el manifiesto de Cáritas, que recalca que alguien que no ha pasado por una situación similar no puede llegar a entender el dolor que sienten. «Nadie está libre de caer en esta situación», advierten.

Durante la jornada de ayer se repartieron cien bombillas como símbolo de que muchas veces los problemas de estas personas son invisibles.