Un total de 168 militantes socialistas de la ciudad de Eivissa podrán votar hoy a cualquiera de las dos candidaturas que optan a hacerse con la dirección del partido en Vila. El censo oficial, que rondaba las 200 personas hace unos meses, ha descendido en una cincuentena de personas, aunque se han registrado ocho altas.
Algunos de los ex militantes cursaron baja voluntaria o fueron expedientados -entre ellos algunos dimisionarios durante la crisis de Roque López- y otros simplemente dejaron de pagar las cuotas durante un año entero, en muchos casos quizás por despiste. En esta última tesitura estaría el diputado Josep Mª Costa, que no podrá participar en la votación.
La agrupación de Vila no ha atravesado precisamente un camino de rosas desde que en julio de 2006 la dimisión en bloque de parte de la ejecutiva obligara a dimitir al entonces secretario general, Antonio Roldán. Fue entonces sutituido por una de las dimisionarias, su entonces compañera en el Ayuntamiento de Vila Sandra Mayans. Ya entonces Mayans confió en que en el seno de la agrupación se dejara de hablar de diferentes familias para conseguir por fin la unidad. Entonces, Roldán descartó presentar una candidatura alternativa pese al gran apoyo que aseguró haber recibido de los militantes. La agrupación vivió otro de sus momentos críticos durante la fortísima crisis de la Federación Socialista Pitiusa (FSP-PSOE) al elegir a Sandra Mayans como candidata a la alcaldía de Vila sin contar con el visto bueno de Palma y Ferraz. Posteriormente la propia Mayans recapituló tras haber perdido varios apoyos con los que contaba y se integró en la candidatura de Lurdes Costa. Este gesto fue interpretado como una traición por algunos de los miembros de la ejecutiva afines a Roque López, que dimitieron en masa para intentar apartarla de la secretaría general.
Finalmente, la dirección nacional del PSOE decidió nombrar una comisión gestora en Vila debido a la «situación anómala» creada tras estas seis dimisiones que estaría presidida por Mayans. De esta forma también se anulaba directamente toda actividad de la agrupación y la asamblea en la que los militantes debían ratificar a Lurdes Costa como candidata, que se preveía muy 'movida'.
Las elecciones municipales se ganaron por amplia mayoría en Vila, pero la situación no se pacificó. Descabalgados de las listas quedaron Antonio Roldán y Pedro Campillo, hasta entonces nombres importantes en las candidaturas socialistas. Y entre otros militantes, entre ellos la propia Sandra Mayans, existía descontento porque la desaparición de la gestora no se hizo efectiva un mes después de las elecciones como se prometió.
El permiso del PSIB ha tardado en llegar y finalmente la comisión gestora dejará de existir casi diez meses después de su creación. La ejecutiva que salga de las elecciones de hoy estará vigente hasta el próximo congreso de la FSP, que se celebrará tras el verano de 2008. Tras ese importante trámite, que supondrá la desaparición de la gestora de la FSP, se elegirán nuevas direcciones en todas las agrupaciones.
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