Jaume Matas ha vuelto de Washington, pero no tiene ninguna intención de quedarse. Por primera vez desde que el septiembre viajase a Estados Unidos para iniciar su nueva etapa profesional, Matas regresó a España. El miércoles, el ex president remitió un SMS a algún compañero de partido para comunicar que el sábado estaría en Madrid. Estarás viajó el mismo sábado por la mañana a la capital de España para asistir a una reunión de partido y aprovechó para verse con el president apenas 20 minutos en el hall del Hotel Los Galgos. Matas estaba acompañado por su esposa, Maite Areal, y se encontraba en Madrid para solucionar unos problemas administrativos y para ver a sus tres hijos.

Matas trabaja como consejero delegado de la compañía Crestline, con sede en Washington, que se encarga de la explotación de hoteles en Estados Unidos. Pero en realidad el president no cobra ningún sueldo de Crestline, una empresa vinculada el Grupo Barceló. Durante un año, el PP nacional se encarga de pagarle un sueldo a Jaume Matas mientras el ex president del Govern está sujeto a la Ley de Incompatibilidades para altos cargos.

Matas tiene poco contacto con los acontecimientos políticos que se producen en Balears. Su contacto en Mallorca es Xesca Pascual, la ex directora general de Presidència. El ex president del Govern apenas está al corriente de las noticias que se producen en Balears. De vez en cuando lee la prensa balear por internet, pero muy poco. De hecho, Matas ni siquiera sabía las últimas noticias sobre Son Oms. «¿Qué ha pasado?», preguntó.

Matas ha regresado a Estados Unidos y tiene previsto regresar a Palma antes de las fiestas navideñas. Pero no quiere saber nada de política.