M.JUNCOSA El suelo urbano comprado en Balears ha experimentado una bajada de precio durante los dos primeros trimestres del presente año y en el último de 2006, hasta alcanzar en el acumulado de los meses de abril a junio un valor de 312 euros el metro cuadrado, según reflejan los últimos datos publicados por el Ministerio de Vivienda en base a la información que presta el Consejo Español del Notariado.

De acuerdo con esta estadística, el precio del suelo urbano ha aumentado en el global de España un 19'7 por ciento interanual, aunque ha experimentado reducciones en comunidades autónomas como Aragón (2'7 por ciento), Castilla y León (0'4 por ciento), Comunitat Valenciana (1'6 por ciento) y La Rioja (24'5 por ciento), mientras que en el archipiélago balear se ha reducido un 6'5 por ciento.

Promotores
El presidente de la Asociación Empresarial de promotores Inmobiliarios en Balears indica no obstante que los empresarios no miden el valor del suelo urbano en función de su superficie global, sino en cuanto a sus posibilidades de edificación.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Promotores, Gabriel Oliver, indicó que el suelo urbano que existe en Balears, muy escaso en el municipio de Palma, está experimentando un desaceleración en sus precios paralelo al de la vivienda de nueva, hasta niveles de crecimiento de entre el 5 y el 6 por ciento interanual en el Archipiélago, tal y como también sucederá con el precio de la primera vivienda nueva
Por esta razón, el presidente de la Asociación de Promotores indicó que la estadística que realiza el Ministerio de la Vivienda tiene en cuenta todas las operaciones de compra venta, sin tener en cuenta su valor de edificación, circunstancia que explicaría el desfase en la situación de los precios del suelo. «No vale lo mismo un solar de 500 metros de superficie si se pueden construir diez o veinte pisos», explica como ejemplo el presidente de los constructores.

Como se recordará, el valor del suelo es el factor principal que determina el precio de la vivienda, muy por encima de los costes de producción y también de la fiscalizad a la está sometida la adquisición de una vivienda.

En cuanto a la demanda, tanto promotores como vendedores confirman que se ha producido una disminución que atribuyen a los elevados precios de la vivienda, al endurecimiento de la financiación derivada de las subidas de los tipos de interés aplicadas por el Banco Central Europeo y acrecentada en los últimos meses por las subidas de productos básicos de alimentación o de los combustibles. Ante esta situación, tanto la Asociación de Promotores como la Asociación de Constructores se muestran de acuerdo con las propuestas realizadas por el Govern balear para contribuir a abaratar los precios. Estas pasan por construir en suelo rústico anexo a suelo urbano promociones de viviendas en las que se combinen residencias en régimen de protección pública con viviendas libres.

Esta medida se complementaría con un incremento de las densidades de viviendas a construir por superficie de suelo, lo cual es una reivindicación histórica de las asociaciones de promotores, constructores o también del Colegio de Aparejadores, las cuales argumentan que esta medida reduciría el consumo de territorio y la repercusión del valor del suelo en el precio final de la vivienda.