B. ROSELLÓ Durante la reunión del consejo de administración del puerto de Eivissa, los asistentes reclamaron una solución para finalizar con los vertidos de aguas fecales en el puerto de Eivissa debido a la contaminación que actualmente existe en las instalaciones, señaló el presidente de Autoritat Portuària, Francesc Triay. En este sentido, Triay recalcó que la institución que él representa es «un sujeto pasivo y somos los primeros interesados en que las aguas del puerto sean cristalinas».

Por ello, se instó al Ayuntamiento de Eivissa a que arregle esta problemática que afecta a todos los usuarios de las instalaciones portuarias. Desde la administración municipal, cuyo representante en el consejo administrativo fue el concejal de Urbanismo, Vicent Torres, alegaron que los problemas están provocados por la falta de mantenimiento de la depuradora de Vila, según explicaron fuentes del consistorio. Además, Torres también recordó que los vertidos durante el pasado verano fueron mucho menos exagerados que la temporada turística anterior debido a las inversiones y a las actuaciones que se llevaron a cabo en la estación depuradora.

Algunos de los asistentes a las reunión criticaron esta situación, que se repite cada verano, y que ofrece una imagen deplorable de la ciudad a todos los turistas que llegan vía marítima. En este sentido, reclamaron a las instituciones competentes a solucionar la problemática de forma inmediata «porque ellos tienen las armas». Otros señalaron, tras la reunión, que poner fin a los vertidos de aguas fecales en el puerto tiene que ser una de las principales situaciones a erradicar así como acelerar los trámites de la depuradora, «porque durante muchos años se ha hecho demasiada política respecto a este asunto».

Vicent Torres, por su parte, también explicó que las negociaciones para la construcción de la nueva edar «van muy deprisa». Fuentes municipales apuntaron que a pesar de la celeridad con la que se está trabajando para obtener una nueva ubicación de la depuradora, el Ayuntamiento está predispuesto a reducir esta contaminación hasta que la futura instalación esté lista para funcionar.

Otro de los temas que trataron durante la reunión fue la situación que se vivió durante el pasado verano en relación a los fondeos ilegales en la zona de Botafoc. En este sentido, Triay aseguró que se continuarán con las medidas que ya se tomaron en su día, cuando solicitaron ayuda a la Dirección Insular del Estado para retirar todas las embarcaciones y garantizar así la seguridad marítima. En este sentido, además de retirarse las embarcaciones del lugar se impusieron fuertes sanciones a más de un centenar de buques.

El presidente de Autoritat Portuària recordó que la carta náutica del puerto de Eivissa prohibe expresamente el fondeo en esta zona como consecuencia de la declaración de impacto medioambiental del dique de Botafoc, «que establecía una medida que no podía haber fondeo en aguas abrigadas del dique», explicó. Tras la situación vivida el pasado verano, la situación «llegó al límite» ya que se impedía el paso de los buques de pasajeros procedentes de la Península. Además, este fondeo ilegal obliga a las grandes embarcaciones a reducir el espacio para maniobrar.