JOSÉ LUIS MONTOYA El Ayuntamiento de Sant josep ha denegado una licencia solicitada para construir 16 edificios en un acantilado de Cala Molí, muy próximo a la playa, según informó ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Josep Antoni Prats. El edil explicó que la denegación se produjo a partir de los informes que ha elaborado el nuevo equipo técnico municipal, integrado por dos arquitectos y dos aparejadores (próximamente se incorporará un jurista).

«Hemos detectado deficiencias técnicas que dieron apoyo a un informe jurídico que ha permitido denegar esa licencia», explicó Prats, quien destacó que esta decisión es «una muestra del nuevo urbanismo que queremos desarrollar en Sant Josep». El edil añadió a ese respecto: «No tenemos ninguna duda de que este proyecto se habría aprobado con el gobierno del PP y queremos demostrar que las cosas irán de otra forma ahora y, poco que podamos, denegaremos todos esos macro proyectos».

La licencia se refería a «mansiones con una gran edificabilidad, que ocupaban todo un acantilado», según Prats, que considera que el proyecto excede la magnitud de los edificios que deben construirse en el municipio.

El edil aseguró que, en estos momentos, hay otras iniciativas similares que están siendo objeto de estudio por parte de los servicios técnicos para determinar si, al igual que ésta, se pueden paralizar.

La zona afectada por el proyecto denegado en Cala Molí, pese a su ubicación está considerada como zona urbana, a lo que Prats argumentó: «Esperamos que con las nuevas Normas Subsidiarias esto se pueda modificar».

El Ayuntamiento espera poder aprobar inicialmente su planeamiento urbanístico antes de final de año. «Estamos en una fase muy avanzada», dijo. Asimismo, aseguró que el equipo de gobierno intentará evitar situaciones como ésta «y si se ha de crecer en algún sitio, sea en los núcleos urbanos, donde hace falta espacio para conseguir viviendas para la gente».