uve algunos problemas y el yoga me ha ayudado a desconectar de estas dificultades y a relajarme», afirma María Luisa Torres, una de las alumnas que participó ayer en la exhibición de yoga del Hogar Eivissa. María Luisa y sus compañeras saben que tener buena salud es muy importante. Por ello acuden a las dos clases de yoga de hora y media que imparte desde enero la monitora Nora Àvila. Las clases de yoga dieron ayer uno de sus frutos con la exhibición que Nora y sus alumnos preparaban desde principios de año. «Se trata de una actividad que dura desde hace varios años; incluso algunas de las personas practicaban yoga con anterioridad», aseguró la monitora.

Uno de los puntos más importantes del yoga es aprender a respirar profundamente, de manera que se consigue un alto grado de relajación: «Complementamos esta relajación con mucho movimiento; cuando salimos de clase de yoga hemos movido desde los deditos de los pies hasta las cervicales». Con estos estiramientos, según explicó Nora, los alumnos consiguen fortalecer sus músculos y mejorar el estado de sus articulaciones. Sin embargo se trabaja una zona en especial: «Baso la clase en el movimiento de la columna; la movemos hacia adelante, hacia atrás o haciendo giros para que toda la columna se mantenga sana». Y añadió: «También hacemos posturas de fuerza para que la espalda esté derecha porque ya sabemos que llega un momento en nuestra vida que la espalda se nos empieza a doblar». La exhibición que tuvo lugar ayer por la mañana en la cafetería del Hogar Eivissa comenzó con la postura del árbol. Minutos después, los alumnos cogieron fuerza con un brazo para lanzar una flecha con su imaginación, pues estaban haciendo la postura del arquero. A continuación fue tiempo para saludar al sol, uno de los movimientos más conocidos del yoga. Con la postura del delfín los asistentes se echaron al suelo para simular el movimiento de este animal. Por último, la postura individual cerró esta exhibición de yoga que, a pesar de la preparación y buena voluntad de la monitora y sus alumnos estuvo enmarcada en chismorreo de fondo, pues algunos asistentes no pararon de hablar durante la exhibición. lMaría José Real