oda una vida es lo que han dedicado Téréu y Anjinho a la capoeira, un deporte que guarda relación con las artes marciales y el baile. «Es una lucha disfrazada de baile porque en su momento se prohibió; es un deporte que tiene mucho de arte marcial», asegura el contramestre Téréu. Estos dos chicos están en Eivissa desde hace seis meses, pero el pasado septiembre decidieron poner en marcha unas clases abiertas a todo aquel o aquella que quiera conocer un poco más de qué trata la capoeira. Según palabras del profesor Anjinho: «Mucha gente lo ha oído alguna vez, pero pocos individuos saben qué es realmente». Según cuentan estos dos brasileños, con el tiempo que llevan en la isla se han dado cuenta de que hay una gran demanda de este deporte, pero poca oferta sobre todo autóctona: «Hay mucha gente que está motivada, pero pocos maestros brasileños; nuestra idea es expandirlo por todos los pueblos de la isla». Para ello han preparado un proyecto: «Lo llevaremos a las instituciones públicas, a los gimnasios y a los centros de baile por si quieren contar con nuestras clases». Tanto para Téreu, de 27 años, como para Anjinho, de 29, este deporte es una parte importante en sus vidas. «Yo empecé con cuatro años; siempre había visto a mis primos y hermanos bailar, pero me daba vergüenza porque siempre había mucha gente mirando», cuenta Téréu. Y añade: «Poco a poco me fui soltando; la capoeira me ha ayudado a perder la timidez y gozar de un buen estado de salud, pues nos alimentamos muy bien y se ejercita todo el cuerpo». Asimismo Téréu señala que gracias a la capoeira ha visitado muchos lugares de Estados Unidos, siete estados de Brasil y Barcelona: «Me ha cambiado la vida; nací en un pueblo muy pequeño de Brasil y gracias a este deporte he viajado gratis a muchos lugares». Anjinho, por su parte, cuenta con ocho años de experiencia. «Al principio también me daba vergüenza, pero conté en todo momento con el apoyo de los chicos». Este apoyo, según cuenta, es fundamental para continuar con la práctica deportiva. En su caso ha visitado Portugal, Angola y ahora España.

A estas clases de capoeira acuden todo tipo de personas, ya sean mujeres, hombres o niños. l María José Real