El grupo ecologista GEN pidió ayer la anulación del proyecto de la ronda sur de Sant Antoni por considerar que es totalmente «innecesario» y representa un gasto «absurdo», además de una ocupación de suelo rústico «totalmente injustificada». Los ecologistas alegan que se producirá una duplicidad, porque ya existe la ronda de ses Païsses para cumplir la función de descongestionar el tráfico de la avenida Doctor Fleming.

El director general d'Obres Públiques del Govern, Antoni Armengol, dijo ayer que no sabía nada de estas reivindicaciones de los ecologistas, pero aseguró está dispuesto a hablar «con todo el mundo», porque además la ronda sur «no es irreversible» y están abiertos «a cualquier propuesta». «Ya tuvimos la experiencia de otro Govern que no escuchó a nadie y aquí en Eivissa es todo muy próximo, se tiene que hacer escuchando a todo el mundo, porque al fin y al cabo los destinatarios de la obra son los propios ibicencos».

El GEN criticó ayer también que la ronda sur está ocasionando nuevos problemas derivados de «expropiaciones irregulares», ya que ha habido vecinos que han visto llegar a los técnicos de la constructora provistos de estacas para señalar el trazado de la carretera sin haber sido notificados y con variaciones respecto al trayecto inicial. «Esto es una continuación de las prácticas reiteradamente vistas durante el anterior etapa de la Conselleria d'Obres Públiques y que de ninguna manera pueden ser consentidas ahora por personas que se proclaman respetuosas con la sostenibildiad y la legalidad», asegura el GEN.

Sin embargo, el Govern desmiente que se haya cambiado el trazado y sostiene que todo fue un malentendido. Al parecer este proyecto cuenta con una rotonda que sólo afectaba a un propietario y éste solicitó si se podía mover para que no le expropiaran las tierras. Los topógrafos se personaron en el lugar para comprobar si era posible con tan mala fortuna que «fueron un par de metros más allá» y marcaron un nuevo recorrido que pasaba por la casa de otro vecino. «El vecino vio las estacas y se enfadó, pero se le explicó que sólo se estaba marcando y que aquello no era definitivo, sólo se estaba probando por si era mejor», relató Armengol, que indica que se disculparon ante este propietario.

Ante esta situación de desacuerdo, el Govern ha decidido apostar por el trazado ya previsto, ya que una modificación tan sólo podría ser «fruto del consenso».

En su comunicado, el GEN también recalca que se debe tener en cuenta que la creación de cualquier nuevo tramo de carretera comporta la automática transformación de suelo rústico en una «tira de asfalto» y la aparición de industrias, almacenes y todo tipo de edificaciones en sus costados, «creando así una nueva zona urbana». «Si se lleva a cabo este tramo no se habrá producido ningún cambio en la lucha contra las autopistas, que continuarán extendiéndose», se lamenta el GEN, que cree que Govern y Consell están «obligados a paralizar este proyecto y a cancelarlo definitivamente descontando su importe de la adjudicación inicial para ahorrar «una parte más de este gran despropósito global».