La Conselleria de Medi Ambient del Govern ha autorizado desde 2004 un total de 553 autorizaciones a particulares para perforar pozos de un máximo de 200 metros cúbicos al año en la isla de Eivissa. La concesión de perforaciones para extraer agua estuvo paralizada en las Pitiüses entre los años 2000 y 2003 con el fin de minimizar los efectos de la sequía, pero cuando la Conselleria, a través de una orden, volvió a abrir la veda a finales de 2003 se produjo una auténtica avalancha de peticiones. Sólo en 2004 se autorizaron 190 sondeos y la cifra fue igualmente alta en 2005, cuando alcanzó los 136, bajando hasta los 127 en 2006.
A lo largo de este año 2007 los datos se han moderado ligeramente en Eivissa, ya que, a falta de contabilizar noviembre y diciembre, se ha permitido la perforación de 100 pozos para consumo familiar y sólo una concesión (para industrias, empresas de distribución de agua o fincas agrícolas).
Según explican desde Medi ambient, el criterio que se sigue es autorizar todas las peticiones que llegan, porque, «al fin y al cabo son para consumo humano». La extracción máxima que se autoriza son 200 metros cúbicos anuales, que es el agua que se calcula que puede gastar una familia de unas cinco personas, aunque esta cantidad puede variar según los estudios de los acuíferos previos a los permisos.
La mayoría de peticiones provienen de chalets y casas particulares y un dato curioso que han detectado desde la Conselleria es que en Eivissa se da un número especialmente alto de ciudadanos extranjeros que piden estos permisos.
En cuanto a las concesiones para industrias o riego agrícola va en función de un estudio técnico de cada acuífero desde donde se extrae el agua. Según explicó el director general de Recursos Hídrics del Govern, Isidre Canyelles, las concesiones «siempre se tienen que dar en base a criterios de sostenibilidad de los acuíferos».
Caso diferente es el de Formentera con un volumen mucho menor de apertura de pozos. En 2006 se autorizaron 18 y este año cinco. Unas cifras que siguen siendo altas si se comparan con Menorca, una isla con dimensiones muy parecidas a Eivissa, aunque con menos población. Este año sólo han autorizado 18 perforaciones y el año pasado 37. En los últimos años se ha dado permiso a un total de 111 pozos frente a los 553 de Eivissa.
La multa por hacer un pozo sin autorización puede alcanzar los 6.000 euros, aunque si éste se puede legalizar puede reducirse a 3.000. Para controlar que se cumpla la normativa en este aspecto la Conselleria cuenta con agentes qeu realizan revisiones de los pozos. Además, se suelen recibir denuncias del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia civil cuando se detecta una máquina de perforar y los propietarios no presentan la licencia para realizar el sondeo.
Medi Ambient dictó una orden en diciembre de 2003 ya en tiempos del PP en la uqe se establecían las autorizaciones de pozos de aguas subterráneas que afectaban a viviendas aisladas o a equipamientos comerciales e industriales.
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