Los alumnos practican el masaje. g Fotos IRENE G. RUIZ

Muchos de estos alumnos persiguen un único sueño: triunfar como actores o actrices, ya sea en el cine o en el teatro. Otros tantos acuden a esta clase únicamenne para vencer algunos miedos, como interactuar con otra persona cara a cara o bien perder esa timidez que tantos individuos desearían no tener como rasgo definitorio. La clase de técnica teatral que todos los martes por la noche tiene lugar en Can Ventosa no está compuesta por un temario complicado y dirigido a personas con conocimientos previos de arte dramático. Las dos horas de clase que imparte Àngels Escandell, profesora del GAT, están abiertas a cualquier tipo de persona que quiera iniciarse en el mundo de la interpretación teatral, bien sea para continuar con estos estudios fuera de la isla o simplemente para recordar una buena experiencia más. «Suele venir mucha gente joven que quiere iniciarse en el mundo del arte dramático para después marcharse a la península y continuar con los estudios porque realmente quieren ser actores o actrices», asegura la profesora. Este es el caso de Sandra Greene, una chica de 19 años que considera muy útil este curso para su futuro: «Me gustaría seguir cursando estudios de arte dramático en la Península o en el extranjero». Y añade: «Ser actriz es a lo que quiero dedicarme». En el lado contrario se encuentra Marga Ferrer que, según comenta, se apuntó al curso para distraerse y pasar un buen rato: «También para conocer gente y divertirme». Al comienzo de la clase de ayer los alumnos se preparaban andando por el aula: «Con este ejercicio conseguimos aislarnos aunque estemos en compañía», explicaba Àngels, quien asegura que las actividades grupales son las más difíciles para los alumnos: «Al principio se muestran muy cohibidos, pero luego y, poco a poco, se van soltando». En esta clase también se trabaja la relajación y diferentes técnicas, como la mímica y, sobre todo, la improvisación. l María José Real