LAURA MOYÀ «El objetivo es potenciar que el 112 se convierta en el único teléfono de emergencias, aquel que las canalice». Con estas palabras resumía ayer la consellera d'Interior, María Àngeles Leciñena, el principal objetivo de su departamento de esta legislatura, que impulsará «la descentralización» de este servicio creando «centros de emergencias en el resto de las Islas», dijo Leciñena.

La puesta en marcha de la futura Policía Autonómica será otra de las prioridades de la conselleria. De momento, ha encargado la elaboración de un anteproyecto de ley a la UIB y a la Universitat de Barcelona, además de la confección de un plan estratégico que indique cómo se implantará. El nuevo cuerpo de seguridad de Balears, que busca seguir un «modelo lo más participativo posible» que «no se duplique» con el resto de efectivos ya existentes, se ubicará en el cuartel de intendencia de Son Banya, que «se convertirá en el gran centro operativo de seguridad» de las Islas. De esta manera, la sede también acogerá «la escuela donde se formarán los nuevos policías autonómicos y el resto de efectivos de emergencias del Govern» y una residencia en la que vivirán «aquellos que no sean de Mallorca», explicó Leciñena.

La potenciación del 112 y el desarrollo de la Policía Autonómica no serán los únicos ejes de la conselleria dirigida por Leciñena. El departamento elaborará una Ley del Juego y reformará la Ley de Función Pública debido a la «detección de irregularidades». Leciñena avanzó que su departamento quiere cambiar el color de los coches de la Policía Local, que fueron modificados en la anterior legislatura del PP y que volverán a ser blancos, «el color distintivo de la policía», dijo la consellera. El parque móvil de la policía incorporará, según afirmó Leciñena, «sistemas avanzados de equipos tecnológicos» que no concretó. También desarrollarán un Plan de Coordinación de Policías Locales.

Cara a cara
El momento más álgido de la comparecencia de Leciñena se vivió cuando la consellera afirmó no estar de acuerdo en la ubicación de la Escola Balear d'Administracions Públiques (EBAP). Para la consellera, «pagar un alquiler de 340.000 euros al año» más los 41.000 euros de gastos que corresponden al mobiliario y la seguridad supone «un despilfarro». Para José María Rodríguez, portavoz del PP en la comisión, fue «necesario» para «poder formar el personal». Leciñena también denunció el presupuesto para las obras en la conselleria, que asciende a un millón de euros.