B.ROSELLÓ La asociación de vecinos de Sant Antoni han presentado cuatro alegaciones al proyecto actual del gasoducto en las que se reclama la elaboración de una evaluación de impacto ambiental «ya que actualmente dejaría en situación de indefensión tanto al a población como a la flora y fauna locales». En este sentido, los vecinos exigen que se realice un estudio de las condiciones medioambientales dadas las características de Eivissa y su «fragilidad desde su entrada en costa como durante la instalación de los conductos y los trabajos necesarios para las zanjas como el acabado final de la obra».

Asimismo, la asociación de vecinos también solicita una nueva exposición pública con la relación concreta de los bienes y derechos afectados «con nombre y apellidos de los titulares de los terrenos y no como desconocidos, para poder identificarlos e informarlos».

En un tercer punto se critica que el proyecto presentado en el Ayuntamiento «resulta incompleto dado que carecemos de cualquier información más exhaustiva y necesaria». Por último, resaltan que el trazado presentado no tiene en cuenta «la existencia de carreteras consolidadas». Y concreta que en su redacción actual atraviesa «bosque y campos de cultivo, con el agravio al medio natural que esto significa». Por ello, los vecinos reclaman que la revisión del trazado de principio a fin evite en los posible la afección a estas zonas.

El alcalde de Sant Antoni, José Sala, por su parte indicó que la administración local también ha presentado alegaciones que van encaminadas a reclamar un trazado alternativo al que está expuesto actualmente. Sala, que ayer conversó con el conseller Joan Serra i Mayans, resaltó que el trazado establecido por el plan energético fue objeto de la declaración de interés general «y si ahora hay esta discrepancia, el trazado alternativo no estaría amparado en este interés general». Además, Sala considera que la infraestructura debe pasar por «vías públicas y zonas de protección de estas mismas vías» por lo que entre sus alegaciones también se contempla la obligación de reponer «todos los elementos públicos utilizados o ocupados a su estado original no solo en la franja utilizada sino en toda la via». Sala prefirió esperar a ver el nuevo trazado del gasoducto para opinar sobre él pero dejó claro que el actual «no le parece nada bien».