Mirando al cielo y a los cierres

Mientras tanto, y en vistas a los grandes clausuras que serán los próximos 28 y 29 de septiembre para El Divino, Privilege y Amnesia, y el 7 de octubre para Space, el puerto de la Marina sigue lleno de color, pasacalles, gente guapa y turistas, aunque un poco más cómodo y distendido que en las grandes oleadas de agosto. Y para que no decaiga la fiesta, junto a las despedidas de las promotoras, las discotecas Edén (mañana por la noche) y Es Paradís (el 22) van cerrando sus puertas.

En el puerto, el ritmo de la noche es similar al ecuador veraniego: las terrazas comienzan a llenarse poco a poco a la medianoche y las gogós y perfomance recorren las calles del centro para atraer la mayor cantidad de clubbers a sus discotecas. Y, de paso, una cena, una copita, o dos, en los bares más céntricos para ir haciendo boca porque la noche es larga y acaba de comenzar. «Para ser septiembre está muy bien, se puede decir que este es uno de los años buenos», comentó Àngel Bueno, propietario del Angelo's, un bar que lleva una década funcionando en la zona de la Marina. «Éste es un mes en el que siempre dependemos del clima y también, nosotros, los empresarios de la noche, del cierre de las discotecas», agregó Bueno, que mientras mira al cielo y a las clausuras de los clubs, analiza este retraso del hasta luego anual discotequero: «Si esta gente que mueve mucho personal y mucho dinero retrasa el cierre, por algo será».

Desde la Federación Hotelera, su presidente, Roberto Hortensius, se muestra positivo ante las clausuras tardías: «Si tanto poder de convocatoria sobre el turismo tienen las discotecas está bien que prolonguen la temporada. Y más aún si en Space hay fiestas no sólo el 7 de octubre sino toda esa semana, porque si es así podría ser muy positivo», aseguró. Y no, no será toda la semana, pero como si lo fuera, ya que según Ana Villanueva, encargada de prensa de la discoteca, esos días cerrarán dos de las fiestas más importantes como son Home of la Troya (el 3) y Matineé (el 6). «La verdad que hemos preparado una semana bastante potente», aseguró Villanueva. «Pero no lo hemos hecho por ningún motivo en especial. Siempre abrimos el primer domingo de junio y cerramos el primer domingo de octubre, es pura coincidencia. Pero ojalá que a los hoteles y al sector de la hostelería les venga bien», agregó.

Sin embargo, no todos tienen un punto de vista positivo a este respecto. «Por experiencia sé que la temporada siempre termina el 15 o el 20 de septiembre. Pero si por los cierres viene más gente, bienvenido sea», aseguró Jordi Gaju, propietario del Lola's, uno de los bares de ambiente por excelencia.

Aún así, la marcha ibicenca aún late bajo las estrellas de septiembre y se moverá al ritmo de la música electrónica hasta que las discotecas se despidan hasta el próximo año. Luciana Aversa