El Ayuntamiento de Eivissa tiene entre sus peticiones de inversión en materia de carreteras que se arreglen los accesos a la ciudad para evitar los embudos que actualmente se forman. Este es uno de los verdaderos problemas del municipio, según explicó a través de un portavoz el concejal de Urbanisme, Vicent Torres, ya que la construcción de las autovías tampoco ha reducido el volumen del tráfico que se agolpa en puntos como la avenida de Santa Eulària o la rotonda de ses Figueretes. «Se siguen produciendo los cuellos de botella de siempre».

«El Ayuntamiento quiere soluciones para las entradas a Vila, ya que por la dimensión del municipio no hay apenas carreteras», explicó este portavoz, que indicó además que algunas de estas obras podrían financiarse a través del convenio de carreteras, que actualmente se está revisando por parte del Consell y que prevé una inversión del Estado de 69 millones de euros hasta el año 2017.

Otra de las reclamaciones del Ayuntamiento de Vila en materia de carreteras es la cesión del primer cinturón de ronda, del que actualmente es titular el Consell. El Consistorio ha mostrado su interés en repetidas ocasiones por gestionar esta carretera y convertirla en una vía urbana que ayude a solucionar, entre otras cosas, el problema de velocidad y su convivencia con los peatones que a diario cruzan para poder acceder a sus casas o a los servicios que hay al otro lado de la carretera.

De todas formas, el Ayuntamiento de Eivissa siempre ha insistido en que la cesión del primer cinturón debe ir acompañada de una financiación suficiente.

Nuevo convenio
De este modo, los accesos a Vila y el primer cinturón son las dos únicas prioridades del Ayuntamiento de Eivissa al Consell. Hay que tener en cuenta que el convenio de carreteras que aprobó la semana pasada el Consejo de Ministros y que incluye los proyectos que en su día hizo el PP, no contempla ninguna inversión en la red viaria de Vila. Sin embargo, el conseller de Mobilitat, Albert Prats, explicó que algunos de los proyectos se revisarían para que su impacto sea menor y la reducción de los costes podrá permitir obras que, en principio, no estaban previstas. Entre los trabajos que sí que se ejecutarán lo antes posible estarán la ampliación de las carreteras de Sant Joan y Sant Miquel.