Este verano debía ser el que supondría un salto cualitativo para los kioscos de playa de Formentera, ya que por fin la Demarcación de Costas, en teoría, accedía a la instalación de unos espacios de pequeñas dimensiones pero suficientes para insatlar wc públicos en los kioscos (que no dejan de ser los lugares más frecuentados del litoral formenterés). Sin embargo no ha sido así debido a los elevados costes de instalación y mantenimiento de los wc químicos y la imposibilidad de conectar los kioscos a las redes de agua potable y alcantarillado, circunstancia que sólo ha podido hacerla un kiosco de la playa de es Pujols por proximidad a la conexión de un establecimiento hotelero.

El nuevo conseller de Turismo de Formentera, Josep Mayans, recordó que el anterior equipo de gobierno se reunió con los concesionarios de los kioscos de playa para ver si estaban interesados en instalar inodoros en sus establecimientos, pero señaló que los wc «viables para instalar deben conectarse a la red de suministro de agua potable y de alcantarillado público ya que Costas permitía soterrar dichas conexiones pero sólo ha habido un establecimiento que podía optar a esta posibilidad, pero lo importante es que el resto de los kioscos no pueden conectarse a las redes porque están muy lejos de las zonas a las que llegan las redes de la isla por lo que tenían que instalar wc químicos». Y ahí reside el problema principal ya que la capacidad de este tipo de wc es muy limitada y debería vaciarse a diario mediante un camión cuba especializado en estas tareas que suponen unos costes no de instalación pero si de mantenimiento que ha hecho que los kioscos no se hayan atrevido a afrontar la inversión que ello comporta.

Mayans reconoció que la propuesta de cara a este verano llegó tarde por lo que no se pudieron estudiar alternativas pese a que se había hecho mucha presión desde los usuarios, los concesionarios y el Consistorio para obtener dicho permiso; sin embargo de cara a 2008 Mayans considera imprescindible conseguir que Costas deje soterrar junto a cada chiringuito que lo solicite, permiso que para esta temporada denegó de forma rotunda, dos grandes cisternas, una de aguas limpias y otra de aguas residuales que sólo precisaran un relleno y un vaciado respectivamente una vez a la semana aproximadamente «porque de lo contrario es absolutamente antieconómico» reconoció el conseller de Turismo de Formentera.