CLAUDIA ROIG La plaga de polilla del tomate se ha extendido también por Sant Antoni. Así lo confirmó el presidente de la Cooperativa de Portmany, Pep Ribas, Bernadet, que aseguró que la mayoría de las parcelas de cultivo que tienen tomateras están tocadas. «A nivel de socios es una cosa generalizada y hay algunos muy afectados», explicó este portavoz de los agricultores, que se mostró muy preocupado porque en el municipio hay mucho cultivo de esta hortaliza. «Es prácticamente el más importante, junto con la patata y la sandía», indicó Bernadet, que considera que una de las causas de la proliferación de esta oruga puede haber sido provocada por el invierno tan cálido que ha hecho.

También el presidente de Agroeivissa, Joan Marí, está preocupado, aunque confía en el plan de acción que se está llevando a cabo desde las instituciones. Mientras, en Santa Eulària, el presidente de la cooperativa, Antoni Ferrer Noguera, señaló que la plaga está bastante controlada gracias a sus propios técnicos y a los de la Conselleria. «Podría tener graves repercusiones, imagina que no nos dejasen sembrar tomateras; esperamos que las instituciones hagan todo lo posible. En el tema del escarabajo de la patata actuaron enseguida y esperamos que ahora hagan igual», dijo Ferrer. Por el momento no se ha detectado que esta polilla afecte a otros cultivos como la berenjena, según los agricultores.

La consellera de Política Patrimonial i Agricultura, Marga Torres, explicó que los técnicos de la Conselleria están haciendo un seguimiento exhaustivo de las fincas para saber hasta qué punto está afectando esta oruga. También anunció que a partir del lunes un experto en plagas llegado de fuera y dos técnicos de refuerzo trabajarán en esta cuestión. «Es una oruga minadora que ataca tanto el fruto como la planta y la procedencia es de Sudamérica; estamos trabajando para controlarla y erradicarla», explicó Torres, que aseguró que hay algunas fincas en es Canar en las que se ha detectado la plaga. En una de ellas se han tenido que arrancar y quemar las tomateras porque la oruga había avanzado mucho. También se ha detectado un jardín afectado en Sant Antoni.

«Cuanto antes se acote, más exito tendremos», aclaró la consellera, que pidió a los perjudicados que se pongan en contacto con el Consell para seguir los tratamientos más adecuados, ya que si la oruga no está muy extendida hay productos que pueden acabar con ella sin tener que quemarlas, incluso para agricultura ecológica.