Sólo alguien que haya sido fan alguna vez puede entender este fenómeno que escapa a cualquier tipo de racionalidad. Un fenómeno que crece gracias a internet. Actualmente existen muchos grupos españoles que arrastran a una gran masa de seguidores en una tendencia que había sido tradicionalmente patrimonio de los artistas internacionales.

Entre los grupos españoles con una mayor base de fans destacan El Canto del Loco y La Oreja de Van Gogh. Pero en el plano de solistas, David Bisbal es el que se lleva la palma.

Finalista de la primera edición de O.T. y convertido ahora en súper estrella internacional, con residencia en Miami incluida, sus discos se venden como rosquillas en todo el mundo. El fenómeno Bisbal ha llegado hasta tierras niponas y tiene su impacto allá a donde va. En Eivissa, que recibió anoche al cantante almeriense, se pudo ver claramente cuales son las consecuencias del fenómeno fan. Desde primera hora de la mañana un grupo de chicas esperaba ordenadamente frente a las puertas del recinto ferial. La primera en llegar fue Sara, que lo hizo a las 10,30 horas, casi doce antes de la hora prevista para el inicio del recital. Minutos más tarde se unió a ella un grupo de tres chicas y a mediodía ya había una veintena de seguidoras apostadas a las puertas del recinto con una organización ejemplar y una paciencia monumental.

Había chicas de todas las edades, desde las adolescentes que pueblan todos sus conciertos a las que superaban la treintena y le siguen por toda España. «Venimos de Alicante, de Valencia, de Mallorca, de Asturias», aseguraban orgullosas. Nada les ha impedido seguir a David Bisbal durante sus tres giras. Algunas de ellas, asistieron anoche al concierto vigésimo concierto consecutivo de la gira Premonición. Conocen ya hasta el último detalle del espectáculo pero aseguran que nunca se cansan de verlo en directo y siempre van dispuestas a pasárselo bien.

La climatología les mantuvo en vilo durante toda la jornada. «No hemos traído paraguas porque esperamos que no llueva. Pero aunque lloviera, aquí nos quedaremos apoyando a nuestro artista favorito, haga sol, nieve o llueva». Laura Tur