B. ROSELLÓ El buque Manuel Azaña de la naviera Baleària sufrió en la noche del pasado miércoles un retraso de tres horas debido a las embarcaciones fondeadas en la bocana del puerto de Eivissa, un acto ilegal y que se repite durante todos los veranos, según fuentes de la compañía.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del miércoles cuando el Manuel Azaña regresaba de Dènia con dirección a Eivissa y se encontró con un gran número de embarcaciones fondeadas en el canal de entrada del puerto de Vila. Una vez comunicado a los prácticos de las instalaciones portuarias, éstos comunicaron a todas las embarcaciones su obligación de retirarse del lugar, salvo una que tuvo que ser arrastrada finalmente por una patrulla marítima de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo. Este velero, de 12 metros de eslora, ha sido inmovilizado por Autoritat Portuària y se ha interpuesto una fianza de 150.000 euros que deberá depositar el propietario en caso de querer recuperarlo.

Estos hechos, al parecer y según Baleària, no son la primera vez que ocurren ya que el pasado lunes otra embarcación de la misma compañía se vio obligado a esperar cerca de una hora para poder salir de puerto. Baleària, por su parte, ha denunciado a todas aquellas embarcaciones que el miércoles ocupaban el canal de entrada y ahora estudiarán si también denuncian como responsable a la administración por permitir el fondeo de embarcaciones en un lugar prohibido por ley.