G.ROMANI El nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay, se reunió ayer con el flamante presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, en un primer encuentro no sólo de cortesía institucional sino para comenzar a trabajar en la problemática del puerto de la Savina, problemática que no es nueva para Triay ya que fue máximo responsable de Ports de Balears en el período 1999-2003, cuando el Pacte de Progrés estaba en el gobierno autonómico.

Esta primera toma de contacto que se prolongó casi una hora y media dio pie a que se hablara de los temas candentes, el aparcamiento en la Savina, la reordenación del puerto, el proyecto de creación de una plataforma ganada al mar para aparcamiento de mercancías separando carga de pasajeros y por último el siempre controvertido supuesto de ampliación del puerto con un nuevo dique exterior que daría mayor espejo de agua y con una capacidad para barcos de mayor calado.

Triay reconoció que la Savina es uno de los puertos españoles con mayor tráfico de pasajeros, supera el millón de embarques y desembarques a lo largo del año, sólo superado por Ceuta y eso provoca unos problemas específicos que no se dan en otros puertos del Estado y mucho menos con esa magnitud. En consecuencia «uno de los primeros problemas que queremos resolver es el del aparcamiento con una ampliación del aparcamiento en superficie y la creación de un aparcamiento subterráneo que querríamos combinar -recordó Triay refiriéndose a una propuesta que está en estudio desde hace años-, con un proyecto de ampliación de la explanada terrestre, no de los muelles, con unos 8.000 metros cuadrados aproximadamente que se destinarían principalmente a las mercancías y a la carga rodada». De esta manera se conseguiría una clara separación entre los flujos de mercancías y los de pasajeros incrementando los niveles de seguridad del puerto. Sin embargo esta posible explanada ganada al mar en la zona exterior del espigón y entre los dos faros existentes, sigue pendiente de un informe de impacto ambiental que debe realizar el ministerio de Medio Ambiente que lleva meses, más de un año, sin emitir el informe final, por lo que no puede licitarse. En este sentido Triay dijo que en función del informe y la contrabalanza del interés general, con la aquiescencia del propio Consell se verá si es factible la construcción de esta explanada que afecta a una zona LIC de interés comunitario que llega hasta la misma línea del espigón, de la zona portuaria. En el caso de que no fuera así, que también imposibilitaría una hipotética ampliación del puerto «habrá que estudiar fórmulas imaginativas para reordenar el espacio portuario optimizando su servicio» concluyó el máximo responsable de Ports de Balears.