AGENCIAS

Los catorce consellers que componen el Govern balear de centroizquierda presidido por Francesc Antich tomaron ayer posesión de sus cargos en sa Llonja de Palma, en un acto al que asistieron unos 300 invitados, principalmente familiares de los nuevos responsables autonómicos y autoridades de las Islas. Tras darse lectura al decreto de nombramiento, todos los nuevos titulares de las carteras autonómicas prometieron sus cargos con la fórmula establecida, aunque el nacionalista Gabriel Vicens añadió que no renuncia «al derecho de autodeterminación» del pueblo.

Después, el jefe del Ejecutivo pronunció un breve discurso que comenzó dirigiéndose a los familiares de los consellers para recordarles que «la responsabilidad de una conselleria no siempre es fácil de conciliar con la vida de familia» y pedirles «comprensión y apoyo en los momentos difíciles». «Señoras y señores consellers, iniciamos una trayectoria apasionante para la mejora de la calidad de vida de nuestros conciudadanos, para la forja de sus ilusiones de futuro; iniciamos un proyecto de mirada larga», afirmó Antich. El presidente dijo a los miembros de su gabinete que «el autogobierno no triunfa sólo en los despacho» y les instó a «trabajar a pie de obra, sintiendo directamente el latido de la ciudadanía y, si toca, pisando el fango». «Ya sé que los objetivos son enormes, pero las posibilidades también. Os pediré esfuerzo político, iniciativa, imaginación y pasión. Y, sobre todo, os exigiré espíritu de concordia, que exploréis siempre todas las geografías del consenso. Los consellers de este Govern son los últimos que se levantan de la mesa de negociación», declaró.

Antich recordó a sus consellers que serán principios rectores de la actuación del Govern la «transparencia», la «participación», el «respeto al adversario», la «honradez», el «rigor en el uso del presupuesto» y la «constancia», y les recalcó que asumen un doble compromiso: «Diálogo» y «firmeza en la defensa de los intereses» de los ciudadanos.