«Siempre he dicho que estamos sufriendo mucho por un estereotipo que no se ajusta del todo a la realidad. Es cierto que tenemos un turismo joven, amante del ocio nocturno, y que, como jóvenes, hacen más ruido del habitual. Pero yo no los calificaría de hooligans. Son gente joven con ganas de juerga. Hay tantos que si se abusa un poco del alcohol surgen problemas, pero más por la aglomeración que por la voluntad individual de cada uno de ellos», consideró el alcalde, quien abribuyó buena parte de esa mala imagen de Sant Antoni a las informaciones publicadas por los medios de comunicación, a los que acusó de fijarse más en los aspectos negativos del ocio nocturno en Sant Antoni que en zonas como Platja d'en Bossa. No obstante, Sala remarcó que «siempre ha sido posible compatibilizar eso con otro tipo de turismo. Hay mucho turismo residencial, náutico y deportivo que ha quedado en el olvido porque lo otro se lo ha ido comiendo, al menos a nivel mediático». A ese respecto, añadió que la tendencia actual apunta hacia la progresiva compatibilización de ambas opciones. «Tenemos que hacer saber que es perfectamente compatible pasar unas vacaciones en Sant Antoni sin que esa gente más amante del ocio nocturno interfiera. Por otra parte, tampoco podemos renunciar a ese turismo porque estaríamos descapitalizando a todo el pueblo, que vive de él. Hemos de mantenerlo al menos hasta que se haya asentado otro tipo de turismo.
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