Durante el año 2006 se quemó una superficie de 2,43 hectáreas en Eivissa, una cantidad mínima. De hecho el director de Ibanat, Miquel Sintes, lo califica de año «muy raro», porque el fuego afectó muy poca superficie. De esas 2,43 ha hubo 45 conatos, se quemaron 0,91 de superficie arbolada y 1,52 de no arbolada.

En cuanto a las causas que originan los incendios se mantienen constantes en el último decenio. Un 30 por ciento fueron intencionados, un 50 por negligencias, un 8% por rayos y un 5 por causas desconocidas.

En cuanto a labores de reforestación en 2006 finalizó la repoblación «modélica» de Morna, de la que se está haciendo un seguimiento. También se continúa con la repoblación de pinos y sabinas de es Cap de Barbaria en Formentera, donde hace años se produjo una tala masiva.

C. ROIG
Según dicen desde el Institut Balear de la Natura (Ibanat) el de 2007 será un verano «normal» en cuanto a incendios, con una peligrosidad «media». Lo bueno, según el director del organismo Miquel Sintes, es que ha llovido bastante, con lo que los árboles y matorrales están más verdes, lo que dificulta la expansión del fuego. De todas formas, «esto no quiere decir nada», porque hay factores imprevistos, uno de ellos la climatología.

Eivissa afronta esta campaña con los mismos efectivos humanos que el año pasado, aunque se ha incorporado un vehículo autobomba más con capacidad de 3.000 litros para la zona sur de la isla. «De momento estará hasta septiembre, pero depende de lo que digan los técnicos», asegura Sintes, que indica que Eivissa es una de las zonas más complicadas de Balears para la extinción de incendios. Desde hace pocos días también operan un avión y un helicóptero, que tendrán su base durante todo el verano en Eivissa. De todas formas, cuando hay un fuego en alguna de las islas los medios áereos se trasladan hacia allí. «Somos la comunidad autónoma con más medios aéreos», explica el gerente del Ibanat.

Los datos son buenos en las Pitiüses. En los últimos años ha descendido el número de hectáreas quemadas, aunque la gran asignatura pendiente «es disminuir el número de fuegos y para ello es vital que la gente se conciencie», asegura el director del Ibanat, que recuerda que todavía hay mucha gente del campo que no sabe que está prohibido quemar rastrojos en determinadas épocas del año. «Es complicado hacer campañas de concienciación, porque muchos de ellos no leen prensa y son costumbres antiguas que cuesta erradicar», dice Sintes, que asegura que cada vez hay más contacto y más control sobre este asunto.

Una labor importante que se ha reforzado en los últimos años es la limpieza de bosques en invierno. Desde 2002 se han creado 304 hectáreas de cortafuegos: 37 en 2002, 38 en 2003, 46 en 2004, 51 en 2005, 62 en 2006 y 69 en 2007.

De esta forma, según el Ibanat, se consigue dar estabilidad a la plantilla, que durante el invierno limpia el bosque y actúa en materia de plagas y en verano -a partir del 15 de abril y hasta mediados de septiembre- se dedica a la extinción de incendios.