Es el día esperado, cuando es más fácil levantarse para ir al cole. Ése debe ser para los alumnos más pequeños de los siete centros educativos de Sant Josep, el día que toca clase de teatro con Guisante. Se les nota en la sonrisa y en la implicación. Porque es una clase donde pueden correr, reír y hacer monerías sin tener ninguna vergüenza. Seguramente muchos aún no se han dado cuenta, pero con estas divertidas clases trabajan la expresión corporal y el lenguaje; la creatividad, la comunicación entre unos y otros y la desinhibición a la hora de expresarse. Pero aunque ellos aún no lo noten, quienes sí lo hacen son los maestros, «porque estas clases también sirven para que cambien y mejoren su comportamiento». Quien habla es Guisante, técnico de juventud del Ayuntamiento y profesor de teatro infantil desde hace 16 años en los colegios del municipio. Una labor que desarrolla mediante cuentos, donde todos los niños deben ir interpretando los personajes que forman parte de la historia. Ayer, por ejemplo, tocaba uno sobre bomberos. «Les digo que imaginen que están solos para que todos interpreten los personajes de la narración. Me importa mucho que trabajen la parte física y emocional pero, sobre todo, hago hincapié en que no se burlen unos de otros, porque aunque son diferentes intento que se vean como iguales», explicó.

L.A.