PEP TUR
Basta ojear la prensa, escuchar la radio o ver los informativos televisivos para darse cuenta de una evidencia: la política insular para estas elecciones está fundamentalmente monopolizada por las dos grandes formaciones que se disputan el poder: PP y PSOE-ExC. Pero hay otros grupos que buscan su lugar en las instituciones con un objetivo común en todos ellos: romper la posibilidad de que existan mayorías absolutas o de que conselleries y concejalías se repartan entre dos.

De estos tres candidatos al Consell, Pep Ribas (GVE) es el que se muestra más indignado con la posibilidad de que se formen mayorías absolutas en las instituciones, que las considera «no democráticas», ya que «impiden el debate», aunque también critica a aquellos ciudadanos que «se quejan constantemente, pero luego no van a votar para cambiar las cosas». Para Ribas, es necesario «un cambio de actitud en el modo de hacer política y eso sólo lo pueden dar los partidos minoritarios». El líder del GVE remarca que aunque se trate de una formación «verde», entienden el medio ambiente «de un modo global y dirigido a un crecimiento sostenible». «No estamos en contra del crecimiento, pero este debe producirse de un modo ordenado y cabal», puntualiza quien es el candidato del partido al Consell y a Sant Antoni. En este municipio, Ribas cree que se debe «renovar a fondo la Policía Local para que sus miembros estén exclusivamente en el cuerpo» .

Democràcia Pitiüsa (DP), Grupo Verde Europeo (GVE) y Unión Cívica (UC) se catalogan todas ellas como formaciones modestas que invierten poco dinero en la campaña (desde los 15.000 euros de GVE hasta los 6.000 de UC, pasando por los 12.000 de DP) y que cuentan con el apoyo de algunos simpatizantes y del propio esfuerzo de los candidatos para las funciones de logística necesarias durante las dos semanas previas a la cita con las urnas.

De ellas, sólo DP contaba con alguna representación en esta legislatura, concretamente un concejal en el Ayuntamiento de Sant Antoni, puesto que aspiran a repetir en el año en el que han ampliado sus candidaturas el Consell y al Parlament. María José Torres es su cabeza de lista al Consell y al Ayuntamiento y remarca las aspiraciones del partido de «ser una fuerza de equilibrio». Con la experiencia de ochoo años en la administración municipal, DP asegura que las arcas municipales «están un poco maltrechas». «No habrá dinero para grandes obras ni grandes proyectos, pero nuestro programa es factible en cuatro años con un poco de esfuerzo», explica Torres, poniendo como ejemplo la intención de comprar un hotel obsoleto para convertirlo en residencia de mayores, albergue y casa de acogida para mujeres maltratadas.

En el plano insular, una de las prioridades de DP será la educación, con la creación -«hace mucho tiempo que lo reivindicamos»- de guarderías con horarios adaptados a la temporada turística y la gratuidad de los libros de texto: «La capacidad económica de una familia no puede entorpecer la educación», asegura.