Los tres días del evento Eivissa Medieval han contabilizado un nuevo récord de visitantes, con 120.500 personas que pasearon por las calles de Dalt Vila y el barrio de la Marina. La fiesta conmemorativa de la declaración de Dalt Vila como bien Patrimonio de la Humanidad transcurrió sin mayores incidencias, con algún desmayo y alguna caída. Una persona mayor tuvo que ser trasladada hasta la Marina al fatigarse durante la caminata por la ciudad amurallada, pero eso fue prácticamente todo lo acontecido durante una fiesta que, según la concejala de Promoción Cultural y Turística, Lurdes Costa, «ha logrado el objetivo de captar la atención de personas de fuera y es un evento plenamente consolidado como producto turístico».

Para atender las necesidades de esta feria, el Ayuntamiento dispuso de un operativo humano que contaba con un jefe, un oficial coordinador, 13 policías, siete voluntarios de Protección Civil, diez voluntarios de Cruz Roja, dos ambulancias, un hospital de campaña, un punto de atención en primeros auxilios y un coche bomba de 400 litros.

J. L. M.