Un momento de 'Humor Sapiens' en su versión para estudiantes, ayer por la mañana, en Can Ventosa. Foto: G G.LAMA

Los protagonistas de Humor Sapiens se lanzaron ayer a la búsqueda de la vida inteligente en el siglo XXI, esta vez desde el auditorio de Can Ventosa, y frente al público ibicenco.

. L.A.

Por la mañana fueron unos 400 alumnos de los institutos Santa Maria, Macabich, Balàfia y Blanca Dona los que pudieron disfrutar del humor de la compañía catalana Pocaconya Teatre, que ya ha actuado varias veces en la isla y que esta vez trajo un espectáculo decidido a reflejar los aspectos más ridículos de la condición humana.

Con una sucesión de episodios satíricos, que van desde buscar la calle inteligencia a través de la calle de la utopía pasando por la avenida de la estupidez «muy amplia y transitada», hasta desarrollar una fórmula para medir también el coeficiente de estupidez humana, los actores Eduard Biosca y Joel Carreras divirtieron por la mañana a un auditorio lleno de chavales que incluso tuvieron su momento de gloria: el permiso para gritar o hacer cualquier tontería que se les ocurriera por sólo unos segundos, incitados por una voz en off que acompañaba la obra.

«Felicitaciones, acaban de hacer algo muy poco común en este país, acaban de entrar a un teatro», recibía por la mañana Biosca a los estudiantes, para ofrecerles una hora de risa y reflexiones acerca de la búsqueda de la inteligencia, pero siempre desde la parodia de la estupidez.

A la inteligencia la buscaron por teléfono, desde enrevesadas explicaciones filosóficas, e incluso hasta en las repeticiones de un loro, para terminar ridiculizando hasta las noticias de un telediario.