J. SOCIES/ J. POYATOS
Una nueva patera llegaba ayer a primera hora de la mañana a Mallorca. Era la segunda vez en menos de una semana que se hallaba una patera en la costa balear y la tercera en lo que va de año. Pero al contrario que el pasado jueves en Cala Màrmols, donde no se encontró a ningún ocupante a bordo, ayer la Guardia Civil a última hora de la tarde ya había detenido a 34 inmigrantes, todos ellos de origen argelino y que llegaron hasta la Isla con una vieja embarcación pesquera a motor que era localizada sobre las nueve y media de la mañana a una milla de la costa, cerca de Cala Mondragó, lugar por donde habrían desembarcado los inmigrantes.

Los primeros avisos a la Guardia Civil llegaron sobre las nueve de la mañana, algunos vecinos de la zona habían visto grupos de magrebíes con las ropas mojadas deambulando por las calles o caminos de Portopetro, s'Alquería Blanca o Cala Figuera. Así fue como gracias a la colaboración ciudadana y a los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil en unos treinta minutos después del primer aviso ya habían conseguido detener a unos 13 inmigrantes y eran constantes las noticias de otros grupos de argelinos avistados en varios puntos del término municipal. Numerosos vecinos se acercaron al muelle para observar a los recién llegados, y un comercio cercano les ofreció, agua, pan y leche a los inmigrantes.