En Eivissa, en la actualidad, hay cerca de 700 residentes franceses y, según el cónsul, muchos de ellos han mostrado su «desencanto» por no poder ejercer su derecho a voto. En Francia no existe el voto por correo, sino que se utiliza un sistema de poderes electorales, llamado procuration, que consiste en dar un poder a otro ciudadano francés para que vote por otro que este ausente. Esta fórmula en Balears sólo se puede realizar en Palma, «que es el único lugar que tiene funcionarios de la administración francesa competentes para ello». Por eso el cónsul animó ayer a los residentes a que utilizaran este sistema, que por primera vez se ha implantado en Balears y que ya funciona en otros lugares como Girona, Barcelona o Zaragoza.
«He venido a decirles que la República Francesa no se olvida de los residentes franceses en Eivissa. No vengo a decirles a quien hay que votar, sino a informales de que existe este sistema en Palma», remarcó Pascal Brice, que previamente a la reunión con los residentes se había entrevistado por la mañana con el delegado insular, José Manuel Bar.
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