La falla grande está dedicada al cine y lo relaciona con una crítica a la vida cotidiana.

La Associació Cultural Valenciana dio luz verde ayer a los festejos falleros de 2008 y lo hizo con la 'plantà' de las fallas infantil y adulto que el domingo a medianoche arderán con motivo de la tradicional 'cremà'.

El escenario de los festejos es el solar ubicado junto al Mercat Pagès de Sant Antoni, donde está instalada la carpa de celebraciones que durante el fin de semana albergará verbenas, actuaciones, espectáculos y actividades infantiles.

La comisión fallera ultimaba ayer los detalles de la 'plantà' de ambas fallas, que este año vienen con crítica, ilusión y sueños. La falla mayor lleva el lema Açó es el cine cuya figura central es un ladrón que lleva su botín en un saco, huyendo sobre un carrete de película. Un ninot de doce metros de altura que a su vez está rodeado de otras escenas que hacen referencia a los géneros cinematográficos de terror, negro y de humor, así también a los culebrones y a una película de indios. «Todo está un poquito relacionado con la vida diaria en la que hay mucho de culebrón, de terror y de humor», comentó el presidente de la asociación, Miguel Àngel Martí Miralles. Por otra parte, la falla infantil lleva el lema Los mil y un sueños y está rematada por dos niños volando sobre una alfombra y con una base con ninots infantiles, caramelos y libros, que representan los sueños de los más pequeños.

Hoy el programa de actos continuará con la tradicional 'despertà' y a mediodía con un pasacalles por las calles del pueblo. A las 14'00 horas el solar de los festejos albergará el disparo de la primera 'mascletà', a las 17'00 horas juegos para niños y a las 20'00 horas la cita es con una verbena con baile y espectáculos. Para mañana está prevista la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados de Sant Antoni, y por la noche, será la Nit de Foc y la 'cremà', un encuentro que comenzará a las 23'00 horas.

La Nostra falla es como la asociación ha bautizado a estos tres días de fiesta fallera, que este año cumple su octava edición en la isla: «Eso quiere decir que estamos muy arraigados y a la vez entusiasmados porque la gente de Sant Antoni acepta, celebra y comparte con nosotros las fallas», concluyó Marín. L.A.