Potenciar el turismo murciano en la isla y convertirnos en un punto de referencia y un intercambio turístico entre Murcia y Eivissa». Así definió ayer los objetivos de la Casa de Murcia su presidente y fundador, Enrique Garcerán, en la inauguración de la sede social, ubicada en la calle Galicia, 9 y 11, en el edificio Royal Plaza de ses Figueretes, un centro que pretende convertirse en punto de información y acogida para los murcianos que llegan a la isla.

La casa regional nació en el año 2002, cuando se presentó por primera vez la idea, pero no quedó constituida formalmente hasta el año pasado. No obstante, es ahora cuando esta asociación sin ánimo de lucro cuenta con su propia sede como un territorio más de la comunidad murciana fuera de la misma y con más de 70 familias afiliadas o, lo que es lo mismo, más de 450 socios.

Irene Luján