Todo el PP balear arropó a Marí en su presentación. En la imagen, Pere Palau, Jaume Matas y Virtudes Marí.

MAITE ALVITE
Virtudes Marí subió ayer con energía de la mano del presidente del Govern balear y máximo dirigente del PP en la comunidad, Jaume Matas, los escalones del escenario preparado para su presentación pública. La puesta en escena fue impecable. Un gran cartel con su foto y el lema 'Con ilusión por Eivissa' presidió el acto de pre-campaña, que se celebró en la carpa del Recinto Ferial. Grandes globos con el logotipo del PP tras la pancarta y la palabra 'il.lusió' esculpida en poliuretano completaron la decoración del escenario.

El primero en intervenir fue el presidente del PP pitiuso, José Juan Cardona, que presentó a Marí como una persona con la preparación y las condiciones necesarias para sacar a Vila de su «abandono y adormecimiento». El secretario general de los populares de Eivissa y Formentera y presidente del Consell, Pere Palau, se permitió darle un consejo a la candidata: «No te apures por lo que te puedas encontrar, porque te encontrarás muchas cosas. Si nosotros en cuatro años cuando llegamos al Consell nos encontramos una institución desmotivada, sin dirección, sin objetivos y sin un duro, imagínate lo que puedes encontrar en ocho años». A continuación se proyectó en dos pantallas gigantes un vídeo en el que aparecía Virtudes Marí en diferentes situaciones: desempeñando su trabajo, haciendo carantoñas a un bebé, cogiendo en brazos a una niña y hablando con ciudadanos.

Tras la proyección, subió la candidata visiblemente emocionada para proponer «un nuevo rumbo con una nueva capitana en el timón». «Tenemos que salir del conformismo, la apatía y la resignación que domina la ciudad», afirmó con contundencia antes de criticar duramente la gestión al frente del Consistorio del Pacte, al que le echó en cara, entre otras cosas, que tenga una ciudad «con muchas grúas y sin servicios». La candidata apostó por una «gestión transparente» y una ciudad «moderna, con proyección internacional, habitable y con un paisaje urbano humanizado». Incluso llegó a adelantar algunas líneas del programa electoral afirmando que «convocaremos a todos los sectores de la sociedad para poner en marcha un plan de rehabilitación integral para Dalt Vila, la Penya y la Marina». También insistió en la necesidad de solucionar problemas históricos como la depuradora, la reordenación del puerto, el tráfico, el aparcamiento, la falta de presencia policial y la carencia de zonas verdes para acabar con la imagen «cutre» de la ciudad. En esta misma línea, se comprometió a transformar el servicio de limpieza para conseguir que «realmente Eivissa se vea limpia». No faltaron en su discurso ni en el de Matas, que se alargó también casi media hora en su intervención, las alusiones a la visita de Zapatero con motivo de la cumbre hispano-italiana y a los arreglos que se hicieron expresamente en Dalt Vila para la ocasión y que, según sus palabras, ejemplifican la política «de realidad virtual y de cartón piedra» del Pacte.