CLAUDIA ROIG
El Govern puso en marcha ayer la variante de Sant Jordi, que permitirá a los vehículos llegar hasta el aeropuerto sin tener que pasar por dentro del núcleo urbano. Según destacó la consellera de Vies i Obres del Consell, Stella Matutes, esto permitirá sacar la mayoría del tráfico de dentro del pueblo, «en especial los camiones que van a las naves». «Se reducirá de forma importante la contaminación visual y acústica dentro del pueblo y los alumnos del CP Sant Jordi, que hasta ahora requerían sin ninguna excepción de Policía Local para atravesar la carretera, posiblemente a medida que vaya disminuyendo el trafico verán incrementada su seguridad», explicó Matutes. El director general de Carreteras del Govern, Carlos Jover, resaltó que hasta ahora por dentro de la población pasaban una media de 30.000 vehículos diarios. El tramo que se ha abierto, al que todavía le falta la capa de rodadura, mide un kilómetro y sólo es «una de las dos calzadas del desdoblamiento», por lo que por ahora para ir a ses Salines habrá que seguir pasando por dentro de Sant Jordi. «A lo largo del mes de marzo se acabará la otra calzada y la prolongación hasta el enlace de Can Funoy», explicó Jover, que añadió que en esta zona se produjeron unos hallazgos arqueológicos que han retrasado los trabajos. Se trata de un antiguo cementerio musulmán y una 'sitja' encontrados a la altura de la gasolinera de Sant Jordi que han demorado las obras. Jover también avanzó que la autovía al aeropuerto estará totalmente finalizada en Pascua.