El conseller d'Interior, José María Rodríguez, repitió hasta la saciedad que él no avisó a Eugenio Hidalgo de su detención en la mañana del 27 de noviembre. En una comparecencia parlamentaria que duró más de tres horas, Rodríguez explicó su versión sobre el «caso Andratx» mientras la oposición reclamó al conseller d'Interior que asumiese responsabilidades políticas. Los portavoces del PSOE, PSM y EU pidieron la dimisión de Rodríguez.

«No conocía con antelación la detención ni el registro que tuvo lugar en la mañana del lunes 27 de noviembre», prometió Rodríguez. El conseller d'Interior juró «con la biblia en la mano» que desconocía que Hidalgo iba a ser detenido y que el Ayuntamiento sería registrado por la guardia civil. Rodríguez contó que Hidalgo pidió una reunión con Matas el 22 de noviembre. La cita tenía que producirse al día siguiente, pero se aplazó hasta el 27 de noviembre. «El ex alcalde me transmitió su inquietud porque notaba que le estaban realizando un seguimiento por una información de alguien de su entorno, que le advertía que el juez iba a dictar un auto en firme contra él», relató el conseller d'Interior. Según Rodríguez, Hidalgo transmitía la imagen de «una persona agobiada». «Le dije a Hidalgo que si eran ciertas las acusaciones, me vería obligado a incoar expediente disciplinario para la suspensión de su militancia en el PP y solicitarle la inmediata dimisión de sus cargos en el ayuntamiento», concretó. Finalmente, la reunión solicitada por Hidalgo se celebró el 25 de noviembre en el Consolat de Mar. «La reunión fue breve y el president recordó a Hidalgo cuáles serían las consecuencias si se verificaba una nueva imputación», sostuvo el secretario general del PP. Rodríguez sostuvo que Hidalgo tampoco preveía la importancia de los acontecimientos del día 27. Para reafirmar la tesis de que Hidalgo tampoco conocía su detención, Rodríguez argumentó que si hubiese tenido alguna información al respecto el ex alcalde no hubiera acudido a su despacho «pidiendo a sus colaboradores que estuvieran atentos a la radio por si se producían noticias».

Durante su comparecencia, Rodríguez reveló que el día 29 llamó al fiscal jefe de Balears para denunciar que la Guardia Civil había entrado de nuevo en el Ayuntamiento de Andratx sin mandato judicial. Rodríguez aprovechó para preguntar «qué información disponen del aparato del Estado quienes anticipan actuaciones judiciales» y criticó a aquellos que «dejan caer malévolamente acusaciones torticeras con el único objetivo de provocar el descrédito personal y político mediante escritos difamatorios». Durante su comparecencia, Rodríguez reconoció que en todo este asunto había cometido tres errores. El primero de los fallos fue «confiar en la palabra de una persona que disculpó su error de aliarse con dos formaciones que no eran la que mayoritariamente habían apoyado las urnas».