En la sentencia, la magistrada establece que la edificación de Ca ses Castellones se incluye en la declaración de Bien de Interés Cultural proclamada por el Consell Insular. «La declaración de BIC como conjunto histórico abarca además de la Iglesia, su entorno dentro del límite de 250 metros por lo que quedan protegidas el conjunto de construcciones urbanas o rurales dentro de este radio, aunque carezcan de una relevancia especial», señala la sentencia contra la que no cabe recurso.
Asimismo, la decisión del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 determina que el Ayuntamiento de Formentera no puede olvidar que «la falta de redacción del Plan Especial de Protección no le puede favorecer», ya que de existir el Plan le estaría prohibido conceder licencias. «Por lo tanto las posibilidades de derribo de un inmueble perteneciente a un BIC para un Ayuntamiento carente de PEP han de venir avaladas, justificadas y absolutamente motivada y con respeto escrupulosos a las limitaciones que la ley contempla», continua la sentencia.
La magistrada considera que el estado de la cas a era un peligro evidente de daños y riesgo para las personas, precedentes por los que está «justificada y motivada la posibilidad de autorizar el derribo del inmueble para evitar ulteriores derribos, aún cuando se trate de un edificio situado dentro del entorno de protección».
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